elecciones
El PP se duele de sus heridas
El estado de ánimo de la formación de Nieto es crítico: cala la sensación de que el electorado fiel no ha respondido
r. aguilar
DOLIDOS. Muy dolidos. Sobre todo con los suyos. Con los que se quedaron en casa. Con los que no han sabido o no han querido apreciar el esfuerzo de estos cuatro años, con sus luces y con sus sombras pero esfuerzo al fin y al ... cabo. «Esto nos ha cogido a todos por sorpresa: no esperábamos una caída así. Bajar un poco sí, desde luego, pero este desastre... Tardaremos en levantarnos...». Lo decía ayer en la recepción de Feria del PP quien ha sido concejal con galones en el gobierno municipal en el último mandato. La caseta era la patria de las sonrisas forzadas, del desánimo disimulado, de las ojeras que no se sabía bien si eran de sueño o de llanto. La Gaviota volaba, pero poco.El plomo de la derrota, que es pesado. «Porque perder hemos perdido. José Antonio puede decir, porque es verdad, que ha ganado tres elecciones seguidas, pero esto no es ganar, esto es estrellarse. Nos hemos estrellado todos, porque todos estábamos en un barco que creíamos que iba a buen puerto», añadía otro concejal al inicio del ágape.
Si algo duele es sentirse traicionado por el electorado más fiel
La sensación más dolorosa del equipo de gobierno en funciones es la de haber sido traicionado por sus fieles. «Uno mira cómo se han comportado nuestros barrios, y que se entienda cuando digo nuestros, y se echa a llorar. Los vecinos del Centro, del casco histórico, de El Brillante o de Santa Rosa, también los de Levante, no han respondido, no se han movilizado. Sí, la abstención de los nuestros nos ha dado la puntilla. Y estamos como estamos. Míranos», comentaba en el cóctel una persona de confianza del aún alcalde.
«Un problema de comunicación»
«Quizás —agregaba— hemos tenido un problema de comunicación. El otro día lo apuntaban Bellido y Torrico: que debimos haber hecho más hincapié en cómo nos encontramos el Ayuntamiento, en su situación financiera próxima a la quiebra, pero es que eso a la gente le llega sólo a medias. La gente quiere que le arregles la acera de su casa, que le des más aparcamiento en el barrio, y en esas cosas hemos avanzado lo que hemos avanzado porque el dinero del que disponíamos era el que era...».
«Eludir la autocrítica y echarle la culpa a Rajoy es un error», afirma un cargo del PP
En las conversaciones se colaba la crisis del PP a nivel nacional, la intervención de Rajoy sin apenas autocrítica, la amenaza de que las elecciones generales se conviertan en un hundimiento del partido. «No, no, no. Algo de todo eso hay, claro. En parte hemos sido víctimas del mal momento que está pasando el PP a nivel nacional, pero eludir responsabilidades propias sería ponerse una venda en los ojos... No hemos sabido transmitirles a los ciudadanos todo lo que hemos hecho y la proyección que tienen las ideas que hemos puesto en marcha», terciaba un cargo institucional del partido que dejó su puesto en el Pleno hace un tiempo.
«Los funcionarios están preocupados»
Otra de las sensaciones predominantes es la de que en el Ayuntamiento se abre una etapa que tiene mucho de abismo. Lo explicaba con cierto espanto un concejal: «Algunos funcionarios me han llamado preocupados: vivieron la etapa del pacto de Izquierda Unida con los socialistas y la recuerdan como muy difícil... Se temen que ahora, con la presencia de Ganemos además, todo se vaya de las manos...».
Pero no todo eran caras largas. Si alguna estaba sonriente era la de Fernando Priego, el alcalde de Cabra que ha conseguido una mayoría absoluta que le mantendrá en el puesto cuatro años más y que, sobre todo, le ha convertido en la feliz excepción de un panorama desolador. «Mi único secreto ha sido trabajar, trabajar y trabajar... Y escuchar mucho a la gente, ponerme en su lugar», afirmaba el regidor egabrense. Su gaviota es de las pocas que aún vuelan alto.
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