Las llaves de la Diputación de Córdoba

Esta última afirmación es más que evidente teniendo en cuenta que los partidos emergentes como Podemos o Ciudadanos no tienen estructura en la provincia. De hecho, los primeros, diluidos en agrupaciones de electores, sólo darán batalla en seis municipios de distintos partidos judiciales, y la formación de Albert Rivera en nueve. Eso sí, su irrupción en el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba sí puede trastocar, y seriamente, las aspiraciones de PSOE y PP, ya que la victoria en la capital, siempre y cuando no sea pírrica, supone «medio gobierno de la Diputación», señalan fuentes socialistas. Habrá que ver si estos partidos dinamitan la mayoría absoluta de José Antonio Nieto o echan por tierra las previsiones de aumentar su peso en Capitulares de los socialistas.

El PP centra sus esperanzas en revalidar la mayoría lograda hace cuatro años, que le granjeó 7 delegados provinciales de los 13 con los que obtuvo la mayoría absoluta y el control de Diputación tras tres décadas gobernada ininterrumpidamente por el PSOE. El secretario general del PP cordobés, Adolfo Molina, dice que esas son las previsiones. Y da un dato, en caso de flaquear fuerzas, es decir, que la mayoría de Nieto no sea absoluta, «estamos en condiciones de aportar diputados con las buenas expectativas que tenemos en Bujalance o Villafranca», que podrían equilibrar la balanza e igualar los resultados de 2011.

Y el PSOE necesita mejorar los cuatro ediles cosechados en el Ayuntamiento de la capital para lograr su aspiración de reconquistar la Diputación. Los votos logrados en el partido judicial de Córdoba en 2011 le reportaron tres diputados provinciales de los ocho que tiene. La mayoría en el Pleno de Capitulares es un espejismo dada la tradición del voto socialista en la capital. Para entender la importancia que juega el Ayuntamiento de Córdoba en el control de la Diputación basta recordar que UCOR, que solo concurrió en la capital, logró dos delegados provinciales gracias a los cinco ediles cosechados. En cambio, IU, con candidaturas en más del 90% de los municipios cordobeses logró tres sillones en el Palacio de la Merced, dos por sus resultados en Córdoba y otro por los votos del partido judicial de Montilla.

PP y PSOE librarán una «guerra de guerrillas» en la provincia para complementar la otra mitad de la tarta de la Diputación. Es aquí donde, literalmente, un puñado de votos darán la victoria a uno u otro. Fue lo que ocurrió en 2011, donde el PP por algo más de 100 votos le ganó a los socialistas el delegado en juego por el partido judicial de Priego. Este será otro de los escenarios clave. Y no será la única. En el tablero de ajedrez de la provincia habrá que estar pendiente a los resultados de Peñarroya, donde el PSOE aspira a recuperar el delegado arrebatado por el PP.

Tampoco hay que perder de vista lo que pase en Cabra, donde el delegado que los populares ganaron en 2011 podría cambiar de signo político. Por último, se antoja decisivo el resultado de los dos partidos con más opciones de gobernar el Palacio de la Merced en el partido judicial de Posadas. Aquí, los dos delegados en juego se repartieron entre PP y PSOE en 2011. Pero ahora, los socialistas, reconocen a ABC, manejan datos que les dan como vencedores por mayoría en esta cabecera de partido.