LABORATORIO DE IDEAS DE ABC CÓRDOBA
¿Qué tiene que hacer el sector turístico de Córdoba para mejorar?
Expertos reclaman medidas para incrementar la estancia y el gasto mediante actuaciones concretas en la oferta de la ciudad
b. l.
Córdoba acaba de certificar que 2014 fue un año récord para el turismo, en visitantes y pernoctaciones. Y este sector, uno de los grandes motores de la economía local, suma un lustro al alza, pese a la crisis. Pero, no puede quedarse ahí. Las grandes ... apuestas a acometer para seguir creciendo son el turismo de negocios y la búsqueda de visitantes de mayor poder adquisitivo.
Ésas son las principales conclusiones del primer «Laboratorio de ideas», celebrado en el Círculo de la Amistad, dentro del programa «Córdoba, en clave de futuro» que organiza ABC. Este foro, dedicado al turismo, contó con seis expertos en esta materia: Antonio Caño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Córdoba; Fernando Lara, vicedecano de Ciencias del Trabajo (incluye Turismo) y profesor de Análisis de Mercados Turísticos en el máster de Gestión del Patrimonio desde el Municipio de la UCO; Luis Martín, «senior manager» de Ernst & Young y director del Plan Estratégico de Turismo de Córdoba -que pronto verá la luz-; Borja Rodríguez, socio de ReiniziaT, la otra firma que elabora dicho plan; Jordi Ferrer, socio de Industria del Turismo de Deloitte; y la cordobesa María Luisa Funes, crítica de moda de ABC, exdirectora en España de Louis Vuitton o Gucci y experta en turismo comercial.
El primer elemento en la mesa es la oferta de la ciudad para captar visitantes. Martín, tras sus múltiples contactos con el sector para elaborar el Plan Estratégico municipal, es claro: «El principal reto de Córdoba es estructurar la oferta, ordenarla y crear producto turístico». Los pilares, cree, están en el turismo cultural, la «referencia, con bastante potencial de crecimiento», y de negocios. A estos elementos se unen otros productos complementarios para diferenciarse de otros destinos ligados a la gastronomía, lo ecuestre, el flamenco, la sanidad o la religión.
Rodríguez suma la necesidad de lograr un gran volumen de oferta complementaria para «adaptarla, segmentándola, a todos los perfiles de visitante, porque el perfil de demanda ha cambiado». Y sostiene que es «hora de que Córdoba se profesionalice».
Luego, relativiza la obsesión local con la baja estancia media (1,54 noches de media en 2014). Por el tipo de destino que es, de interior y fin de semana, «duda» de que logre una subida «notoria» en ese indicador. No obstante, para mejorar eso, pero, sobre todo, la cifra de pernoctaciones y el gasto por viajero, plantea actuaciones como cooperar con Granada y Sevilla, otros destinos de turismo cultural: «En viajeros internacionales no competimos».
Por su parte, el profesor de la UCO ve «indispensable» mejorar la coordinación e implicación de los sectores público-privado. La charla gira 180 grados cuando el experto de Deloitte empuja a ir más allá de la habitual visión de la capital monumental. En las encuestas que él ha hecho por el mundo con turistas culturales, al preguntarles sus principales actividades en la ciudad en cuestión, «lo que más hacen es ir a restaurantes, lo gastronómico, o comprar».
Funes da ideas concretas: abrir 365 días los Patios, Patrimonio de la Humanidad, y sacar partido a Medina Azahara con un «mapping» (espectáculo audiovisual) nocturno. Ve necesario obtener más rendimiento turístico del río y sus riberas. Y apunta a que el comercio ha de adaptarse a los viajeros, incluyendo abrir domingos.
Resurge el tema del turismo de reuniones. El presidente de las Agencias de Viajes lo alaba como el «mejor desestacionalizador», por la necesidad de extender la actividad más allá de las dos temporadas altas: abril-mayo y septiembre-octubre. Asienten en la mesa. «El turismo congresual es el de más gasto medio. Hay que elaborar una estrategia para él», añade. Resalta que, al no tener una «infraestructura moderna», «nos hemos convertido en una urbe de eventos de 200 personas».
Como se preveía, el debate se centra también en el aeropuerto, en el que no se ha logrado aún que se implante ninguna compañía. Caño defiende rotundo un aeródromo operativo, porque los turoperadores no incluyen como destino a urbes sin aeródromo: «Sin eso, eres objetivo de excursiones radiales». Sería clave para subir el turismo internacional, reflexiona.
Pero no hay unanimidad. Al otro lado de Caño, se posiciona Rodríguez: «¿Hace falta?». Sin embargo, su socio en la elaboración del Plan Turístico sí lo vería «positivo» pero prefiere centrarse en que los viajeros tienen desde los aeropuertos de Sevilla, Madrid y Málaga viajes «asumibles» a Córdoba. Y resalta que, a medida que el país tenga más tramos de AVE, crecerá «nuestra conectividad, ya excelente».
El viejo debate de si hay que aumentar la planta hotelera de la ciudad se cuela. Caño, rotundo, defiende que sí. La competencia, alega, daría más opción de jugar con el precio y es que «cualquier cosa que llegue aquí dando 70% o 75% de ocupación sube el coste de los alojamientos de 100 a 150».
Y el experto de Deloitte radiografía el «problema» de la oferta hotelera local. Hay «muchos» tres y cuatro estrellas, enfocados a «turismo urbano, al hombre de negocios», y aglutinados en «tres o cuatro cadenas». Para él, aunque la ocupación media aún no es alta, «habría que aumentar la oferta con otras propuestas de alojamiento» como las dirigidas a turismo vacacional o la apertura de insignias extranjeras -no hay ninguna aquí-. Explica que «muchos destinos» operaron así y «lograron subidas brutales».
Y captar esos turistas con más poder adquisitivo, habitualmente los extranjeros, es una necesidad que repiten los expertos al analizar la demanda. En 2014, hubo casi equilibrio de viajeros nacionales (53% del total) y extranjeros (47%). El director del Plan Estratégico fija la meta: es momento de ganar «más turistas y de más calidad» y hay que elevar el peso del visitante foráneo al 60% ó 65% del total, por «diversificar riesgos» en distintos mercados. Han identificado un «potencial enorme» de visitantes en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y naciones nórdicas. A eso une el mercado musulmán, con un gigantesco volumen de población tras de sí y un potencial grandísimo, y el judío, con 25 millones de personas en el mundo, que «gastan muchísimo dinero y están cerca: Francia, Inglaterra o Israel».
Su socio en la redacción del documento que guiará el turismo local incide en el turismo hebreo, pues, expone, en España sólo Toledo, por su historia y patrimonio, puede competir con Córdoba por ese tipo de visitante.
Y Ferrer le sube el listón a la capital. Cree que su «gran reto» es crecer en el visitante internacional hasta que sea el 70% del global. A su juicio, la capital debe pensar a medio plazo en que Europa sea su «mercado doméstico», mirando al visitante de más gasto medio. Eso hay que completarlo con «los mercados emergentes, donde más se gasta».
¿Qué tiene que hacer el sector turístico de Córdoba para mejorar?
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