«Yo no tengo ninguna queja del comportamiento del equipo»
El técnico del Córdoba deja atrás su bronca de Barcelona y mira a un tramo clave de la Liga
JOSÉ M. DOMÍNGUEZ
Llegó, saludó, felicitó el año a los periodistas y se sentó sonriente, como siempre, delante de los micrófonos de la sala de prensa de El Arcángel. En 2014 quedaron los «huevos», el «cuchillo» y los «guerreros» para Miroslav Djukic. De hecho, el entrenador del Córdoba ... matizó sus famosas palabras: «Yo no tengo quejas sobre el comportamiento o la actitud del equipo». Según el técnico, la bronca pública venía a castigar un hecho «puntual». Sus normas son sencillas: «Cuando hay que reprenderles, se les reprende; cuando hay que elogiarles, se les elogia».
Ayer no hubo reproches para nadie; sólo halagos. El Córdoba afronta un tramo «muy importante» de la competición y, según Djukic, «la gente está preparada». «Nos enfrentamos a rivales de nuestra liga», subrayó el técnico, que también valoró la situación y realizó su particular apuesta: «Estamos viendo que los equipos de abajo empiezan a ganar, y ésa será la tónica habitual a partir de ahora, ya que la necesidad de puntos te hace más fuerte, porque entras a tope en cada partido, en cada jugada».
El deseo de año nuevo para Djukic es, sin duda, convertir El Arcángel en «un fortín». En el estadio califal sólo cosechó el Córdoba tres victorias durante todo el pasado año. Una estadística que se ha propuesto cambiar el entrenador serbio. Sabe que «no será fácil», pero el éxito pasa por aprender a «ser protagonistas y llevar el peso de los partidos». En la grada estará otra de las claves. «Tenemos que incentivarla desde el principio para que nos apoye», reconoció Djukic, que quiso ver el choque frente al Granada como la primera gran «oportunidad» para cambiar la dinámica como local del equipo blanquiverde.
«Nos espera un rival directo y ya no hay tiempo. El tiempo se acaba y tienes que ir ganando los partidos para salir de la zona donde estás», sostuvo el entrenador califal. Contra el Granada, Djukic espera «un partido muy disputado, duro, difícil, con pocas ocasiones y pocos goles». El preparador cordobesista, a diferencia de su homólogo nazarí, puso como referencia los encuentros de Copa del Rey que midieron durante el mes pasado a los dos contendientes de esta noche. Le sirvieron para llegar a una conclusión: «Hay que jugar con intensidad e ir a tope porque el Granada es un equipo muy físico, muy rápido».
Tendrán que hacerlo los mismos hombres que despidieron 2014. La plantilla del Córdoba todavía no ha recibido refuerzos en el mercado invernal, pero no parece preocuparle esta circunstancia a Djukic, que repitió su teoría: «Si llegan, bienvenidos sean; pero mi principal trabajo es sacar el máximo rendimiento de lo que tenemos». El técnico quiere que los que están asuman su responsabilidad. «No va a venir nadie a solucionarnos las cosas», concluyó.
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