La radio bautizó las calles del Arenal

La decisión arropada por el entonces comisario del traslado de la Feria, el ingeniero Antonio Rodriguez Carretero, fue que la elección se hiciera a través de un concurso radiofónico en el año 1993 «Córdoba, hoy por hoy» de Radio Córdoba (SER). A lo largo de unas semanas, los propios oyentes eran los que proponían nombres para estas calles del nuevo recinto ferial. «Hubo de todo», recuerda a ABC el entonces periodista responsable de este programa radiofónico, Jesús Cabrera.

El Ayuntamiento de Córdoba, con Herminio Trigo a la cabeza, había nombrado a Rodríguez Carretero comisario del traslado de la Feria, quien vio con buenos ojos la propuesta de nombrar las calles con lugares emblemáticos de Córdoba. Con ese criterio iban saliendo uno a uno los nombres de las calles que compondrían el abanico del Arenal. Entre ellos, calle Judería, Cristo de los Faroles, Calahorra o la calle Guadalquivir, entre otras. Todas las que se han mantenido hasta ahora menos el paseo de Enmedio, que no existía en un primer momento, ya que la planificación de las calles de Córdoba era radial. El abanico de calles en el Real se abría desde la calle del Infierno a la calle Guadalquivir, próxima al río.

El poner el nombre a las calles del nuevo recinto del Arena fue, en palabras del entonces comisario municipal «una de las muchas cuestiones que se tuvieron que dirimir descartando ideas como si poner números, nombres de flores protagonistas de los Patios Cordobeses o incluso de algunas plantas de las más características de Sierra Morena o monumentos», recuerda Rodríguez Carretero. «Al final se decidió poner nombres de sitios emblemáticos de Córdoba», aplaude el entonces comisario de la Feria. En este sentido, Rodríguez Carretero recuerda que las propuesta como poner a una de las calles «Patios cordobeses» o lugares de encuentro como «Tendillas» o monumentos de Córdoba como la calle «Alcázar», hacía que se reflejara el alma eterna de su historia en el recinto ferial. «Todas evocan algo con una gran consonancia con la ciudad», concluye satisfecho de aquel trabajo Rodríguez Carretero.