El 23 de marzo se exhumarán los restos del marido de la «duquesa roja»

Rosario Bermudo Muñoz, sevillana de Écija y afincada ahora en Madrid, afirma que ella es fruto de las relaciones extramatrimoniales que mantuvo en los años cincuenta su madre con el aristócrata cuando ella ejercía como sirvienta en la casa de la familia en la capital española. Cuando se supo que estaba embarazada de Leoncio González de Gregorio , la sirvienta fue «repudiada y abandonada a su suerte» y terminó casándose finalmente con otro hombre con el que tuvo seis hijos, según Osuna. La madre de Rosario, ya fallecida, confesó a su hija que su padre era el que fuera marido de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, la duquesa de Medina Sidonia.

Los restos de Leoncio González de Gregorio y Martí iban a ser exhumados primero en abril de 2015 pero finalmente una de las hijas de la duquesa, Pilar González de Gregorio, paralizó la exhumación al ofrecerse para hacer la prueba de ADN junto con la demandante. Sin embargo, la defensa de Rosario afirma que esa prueba no se ha realizado finalmente, por lo que el Juzgado de Madrid ha decidido finalmente retomar la exhumación para no prolongar más la causa.

Fernando Osuna ha declarado a ABC que «la exhumación podría evitarse si al menos dos hermanos se allanaran y aceptaran hacerse la prueba de ADN para dar mayor garantía a las mismas». De no producirse ese allanamiento, la exhumación tendrá lugar el 23 de marzo, para lo cual habrá que coordinar al cementerio, al médico forense y al instituto de Toxicología y Medicina Legal.

La «duquesa roja», Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura , y su marido tuvieron tres hijos. Después Leoncio González de Gregorio reconoció también la paternidad de otro hijo, con lo que de admitirse la filiación de Rosario Bermudo Muñoz sería su quinto hijo con derecho a usar su apellido y a recibir herencia.