Videoblog Teodoro León Gross
Alegrías y agravios de María Jesús Montero
Nada perseguirá tanto a Marisú Montero como el modelo de financiación y el cupo catalán, y en definitiva las cesiones que se le han hecho a Cataluña y País Vasco con su propia firma como ministra de Hacienda
El desembarco de María Jesús Montero para rescatar al maltrecho y deprimido socialismo andaluz inevitablemente tendrá sus efectos, ya empieza a tenerlos, en unos casos animar a los suyos –«La izquierda es la alegría» les decía estos días… y ya se verá si eso de ... regalarles los oídos para que piensen que están no sólo en el lado correcto de la Historia, sino en el lado feliz, anima a los votantes perdidos– pero en otros casos para cargar con la lista de sus agravios. Y no son pocos. Como ya se ha repetido, nada perseguirá tanto a Marisú Montero como el modelo de financiación y el cupo catalán, y en definitiva las cesiones que se le han hecho a Cataluña y País Vasco con su propia firma como ministra de Hacienda. Esta semana ya le ha estallado la primera, y en la frente.
Carolina España, portavoz de la Junta, le ha afeado que Andalucía, a 14 de enero, ya haya perdido decenas de millones por la redistribución del impuesto a la banca: («setenta y seis millones de euros de los andaluces, setenta y seis millones de euros en catorce días, es el perjuicio que va a suponer esas decisiones del Gobierno de España»). La respuesta de María Jesús Montero es que el PP se opuso a ese impuesto, y por tanto aspiraban a cero euros. Qué cosas. Esa desahogada explicación la retrata. Que el PP tenga su propio modelo fiscal y no apoye ciertas figuras impositivas, en ningún caso significa que el reparto de lo recaudado en España no tenga que ser equilibrado para todos los territorios y ciudadanos. ¿Pero qué clase de broma es ésta?
En el Gobierno Sánchez han perdido el oremus o la vergüenza… El caso es que ahí está la izquierda redistribuyendo el impuesto a la banca no progresivamente en función de las necesidades sino en función del PIB, o sea, más para los territorios más ricos. Y además María Jesús Montero le firma al País Vasco bonificarlo al 100%. Es posible que a una parte del electorado socialista andaluz le parezca bien que la señora Montero insulte de ese modo sus inteligencias, pero, hombre, mal va si cree que algo así va a entusiasmar a grandes mayorías. Montero, como vicepresidenta y ministra de Hacienda, como número dos del sanchismo, está en lo que está: conseguir los favores de Cataluña y País Vasco, aunque perjudiquen a Andalucía. A ver cómo lidia eso el PSOE andaluz, porque no parece suficiente declararse depositarios de la alegría.
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