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El PP cambia de estrategia en el caso de los ERE

Contrata para ejercer la acusación en Invercaria a un letrado imputado en otra causa y suaviza su actitud en el caso ERE

El PP cambia de estrategia en el caso de los ERE juan josé úbeda

mercedes benítez

09/07/2014
Actualizado a las 10:26h.

Si hubo un tiempo en que los populares estaban en primera línea de la acusación en cualquier caso de corrupción , el cambio de la ejecutiva y la llegada de Juan Manuel Moreno a la presidencia del partido ha supuesto también un giro ... en su estrategia . Se trata de un virage progresivo en los últimos meses y que culminó cuando hace unos días los populares «quitaban» el caso Invercaria a los letrados Luis García Navaro y Lourdes Fuster , quienes lo habían llevado desde el principio, y se lo adjudicaban al abogado Wenceslao Moreno Arredondo , quien también se personaba por el PP en las nueve causas sobre el mal uso de las transferencias de financiación en otras tantas empresas públicas que instruye el juez Juan Gutiérrez Casillas .

Poco después de conocerse el nuevo fichaje, se hacía público otro dato: el abogado en cuestión está imputado de varios delitos (entre ellos apropiación indebida, alzamiento de bieneso falsedad) en una causa que instruye otro juzgado. Se trata, según fuentes judiciales, de unas diligencias muy antiguas que fueron archivadas y luego reabiertas y que, en realidad, esconden «una pelea de empresarios» . Es un caso en el que no hay sentencia y que, según confirmaron tanto desde el Colegio de Abogados como desde el juzgado, en ningún caso inhabilita al letrado para ejercer la acusación. Sin embargo este letrado, que en el caso Ollero estuvo en el otro lado defendiendo a Pedro Llach , no goza de mucho predicamento entre sus compañeros. Y ayer la propia Junta de Andalucía utilizaba este dato para atacar a los populares asegurando, a través de su portavoz Miguel Ángel Vázquez , que el PP «manda un mensaje malo a la población» con un abogado imputado.

Aunque desde el PP la versión oficial sea que todo obedece a la intención de «diversificar» el caso y a que los abogados de los ERE estaban «saturados» por una macrocausa que se alarga, el cambio ha sido evidente en los últimos meses. García Navarro y Fuster, que antes eran fijos en las declaraciones en el despacho de Mercedes Alaya, ya no siempre acuden . Unas veces se turnan (va uno de los dos) y otras ni siquiera aparecen. Y, si antes ambos eran los primeros en notificarse, ahora parecen haberse relajado . Al menos de cara a la galería.

A ello se une al cambio de actitud en las filas del PP. Si antes esta formación era la primera en avisar de las novedades que le notificaban del juzgado de Alaya , ahora apenas envían los autos. Y son tajantes: «El PP es cliente de esos abogados, otra cosa son los políticos», decían. Todo lo contrario que ocurría en tiempos de Juan Ignacio Zoido (cuya formación llevó la voz cantante en el caso Mercasevilla). O de la época de Javier Arenas que hizo del caso ERE una de sus principales argumentos para ejercer la oposición.