política

Susana Díaz y Carmen Castilla, dos «lideresas» con vidas paralelas

Jóvenes, feministas, y el ascenso sin pasar por las urnas son alguna de las coincidencias

Susana Díaz y Carmen Castilla, dos «lideresas» con vidas paralelas ABC

antonio r. vega

10/01/2014
Actualizado a las 10:44h.

Si Plutarco hubiera nacido veinte siglos después en Andalucía habría hallado un material incalculable para su libro de biografías, «Vidas Paralelas», en las coincidencias que abundan en los historiales de Susana Díaz Pacheco y Carmen Castilla Álvarez. La secretaria general del PSOE-A ... y presidenta de la Junta de Andalucía y la recién elegida secretaria general de UGT-A son coetáneas en sus ascensos fulgurantes al poder. Pero no es lo único que les une. Comparten generación, ideología socialista, estudios y trayectoria político-sindical. Ambas han llegado a dirigir organizaciones manchadas por el lodo de la corrupción con un mensaje renovador pero sin cortar amarras con el pasado. Hasta se expresan de la misma manera. Los paralelismos plutarquianos surgen por todos lados:

1. Sin pasar por las urnas

Sus vidas simétricas llegan hasta su proceso de elección. Susana Díaz fue entronizada como presidenta con unas primarias-exprés, sin nadie que que le hiciera sombra, que encubrían el dedazo de José Antonio Griñán, quien dimitió, quince meses después de su investidura, cercado por el escándalo de los ERE. Castilla tampoco ha tenido que someterse a las urnas de un congreso, compuesto por unos 300 delegados. Le han bastado 98 de 118 votos a favor para hacerse con el mando de UGT-A por la vía rápida de un comité, donde la voz de los afiliados queda más diluida.

2. Dique a la corrupción

Sus escaladas al poder, veloces como un meteorito, se producen en unos momentos muy delicados para su organización. En las sendas paralelas de la Junta-PSOE y UGT se cruzan hasta las tramas de corrupción: los ERE falsos y el supuesto desvío de fondos públicos de subvenciones concedidas por los sucesivos gobiernos socialista y manejadas con su impunidad durante años por el sindicato. Díaz se presentó como el recambio con el mantra de la «nuevo tiempo», sin traslación aún en hechos tangibles, mientras Castillo lanza el mensaje de una «nueva etapa» empezando «desde cero» pese a encarar el continuismo con el «pastranato».

3. Perfil joven y feminista

Tiene un paralelismo generacional , cronológico cuando menos, ya que les separan cinco años. Ambas explotan un perfil joven, atesoran escaso bagaje en el día a día de la gestión y no les falta ambición. Son licenciadas en Derecho (aunque Castilla está titulada también en Enfermería y Psicología). Sus destinos también están unidos las carteras de Igualdad. Una la ejerció desde la Junta o la otra desde la Secretaría del sindicato.

4. Buen «padrino» político

Si Díaz llegó ungida por Griñán , su mentor político, el veloz ascenso al estrellato de Castilla no se entendería sin el respaldo del secretario general de UGT-A hasta mayo, Manuel Pastrana . Él fue en gran medida su descubridor cuando estuvo ingresado en el hospital sevillano Virgen Macarena, donde al parecer quedó encantado con la atención dispensada. Castilla, enfermera del SAS, fue nombrada en julido de 2010 directora de Enfermería en este centro. Nadie mejor que una sanitaria para reanimar a un sindicato en la sala de quirófanos.

5. Campaña de márketing

Sin haber hecho nada relevante hasta ahora (Castilla no ha tenido tiempo todavía), ambas han puesto en marcha una eficaz campaña de imagen para vender un talante renovador que puede calar en los sectores más descontentos con la crisis. El tiempo dirá si los retoques son meramente estéticos o traspasan la epidermis.