El portavoz socialista se dedica a defender la honradez de Griñán

Echando mano de su proverbial tono bronco, Jiménez defendió a Grñán como un «magnífico presidente» para Andalucía y defendió su «honradez de cuarenta años de servicio público». A diferencia de Díaz, el número dos del PSOE sí se refirió directamente al escándalo de los ERE, para empezar, para acusar al PP de «calumnniar» a «personas honestas» y a «destruir Andalucía» con apoyo de la «caverna mediática». También se refirió al mayor escándalo de corrupción de la autonomía andaluza para señalar que ha sido uno de los motivos de la dimisión de Griñán. El todavía presidente, dijo en se sentido, «se va para evitar el daño tremendo» que la «guerra sucia» del PP estaba «haciendo a la imagen de Andalucía».

De esta forma, Jiménez centró en estas dos cuestiones su intervención y menos en valorar el discurso de la candidata Susana Díaz, a pesar de lo cual calificó esta investidura, respecto a las anteriores, de «histórica» por dos razones: que la futura presidenta será por primera vez una mujer y que no es de la generación de la transición, lo que supone «un relevo generacional».