caso ere
El conseguidor Lanzas llegó a hacerse con dieciséis casas
La juez afirma que amplió su área de influencia a otros cargos de la Consejería de Empleo como Rivas y que creó un entramado de empresas para mantenerse oculto
MERCEdes benítez
Juan Lanzas, el conseguidor de los ERE fraudulentos, se consideraba el «amigo de la administración» según relata la juez Mercedes Alaya en el auto por el que lo envió a prisión. Según ese auto, al que ha tenido acceso ABC, Lanzas era el ... cerebro de la trama que creó «un amplio entramado de sociedades pantalla , a cuyo frente se encontraban testaferros que percibían en sus cuentas ingresos procedentes de los fondos públicos, mediante la contínua emisión de facturas falsas por servicios inexistentes».
El papel de Lanzas comenzó a tomar cuerpo cuando empezó a mediados de los 90 para la consultora Vitalia (de las que hay varios directivos en prisión). Así la relación de confianza que tenía con el exdirector de Trabajo, Francisco Javier Guerrero, con el que coincidió en el ERE de Hijos de Andrés Molina, luego se convirtió en «importante relación de amistad» . Y eso le permitió , «en virtud de sus influencias» ofrecer a futuros clientes la financiación total o parcial del proceso de reestructuración de sus empresas por parte de la Junta de Andalucía. En este sentido el auto señala a otros cargos de la Consejería de Empleo .
Así Alaya cree que a partir de la amistad con Guerrero, Lanzas «amplió su área de influencia a otros cargos de la Consejería de Empleo como por ejemplo el delegado de Empleo en Sevilla, Antonio Rivas». Este último, condenado por el caso Mercasevilla, era a quien correspondía autorizar los ERE en Sevilla. «Lanzas ofrecía el paquete completo -dice la juez-pues de la tramitación del expediente se encargaría el despacho de abogados Estudios Jurídicos Villasís, en el que el imputado figuraba de alta desde el 18 de febrero de 2003».
La juez insiste en que Lanzas ideó con Vitalia y «con el conocimiento de la Consejería de Empleo» cobrar sus comisiones por la búsqueda de negocio a la consultora mediante la inclusión de él, su esposa Patrocinio Sierra (también imputada) y sus cuñados Angeles Sierra y Carmelo Cruz como intrusos en pólizas. Para ello precisó de «un entramado societario a través del cual poder mantener oculta su identidad y cobrar parte de las sobrecomisiones de Vitalia». El conseguidor obtuvo grandes beneficios. Según Alaya , además de los 13 millones de euros que recibiría ilícitamente Lanzas, «su patrimonio inmobiliario creció ostensiblemente». Desde adquirió 16 inmuebles , 11 a su nombre, cuatro a nombre de Maginae Solutions, y un apartamento en la playa para sus padres.
El auto estima que «podría convertir parte de las ilícitas sobrecomisiones procedentes de fondos públicos en sus ganancias aflorándolas al circuito financiero ». Y todo lo hizo teniendo el control sobre estas sociedades, al frente de las cuales siempre ponía a hombres de su confianza como Eduardo Leal y su cuñado Ismael Sierra o testaferros controlados por estos. Pero además la juez, que acusa a Lanzas de prevaricación, malversación de caudales, cohecho, tráfico de influencias, falsedad en documento mercantil, blanqueo de capitales y asociación ilícita, asegura que las empresas «debían emitir facturas falsas» de las que se encargaba Eduardo Leal y que eran controladas por el directivo de Vitalia, Antonio Albarracín y gestionadas por Estudios Villasís .
Con esas facturas se pretendía aparentar una relación comercial que en realidad «era inexistente» entre el holding y tales sociedades para de esta forma allegar los fondos convenidos a las arcas de esas sociedades fantasmas, los cuales mediante cobros de cheques o reintegros en efectivos teminarían en manos de Lanzas. Un dinero que «en su mayor parte se lo quedaba para sí, y en otras ocasiones lo distribuía a otros intervinientes en el proceso».
El conseguidor Lanzas llegó a hacerse con dieciséis casas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete