Una ex alto cargo de la Generalitat niega que Camps le ordenara contratar con Gürtel: «Nunca tuve relación con él»

Ibars, sin embargo, ha señalado que sí conocía a Álvaro Pérez, alias ‘El Bigotes’, uno de los cabecillas de la trama corrupta, aunque no de forma personal. «Era una persona que, a poco que le tengas al lado, se hace visible por la manera que tiene de ser. Pero no he tenido ninguna reunión», ha expresado.

Al término de la vista oral, Camps se ha dirgido a los medios para referirse al hecho de que Ibars dijese que no le conocía: «La Fiscalía ha mentido desde el principio, porque viene oyendo eso desde el año 2009. Más evidente no puede ser. Ha quedado a las claras lo que ha pasado aquí hoy».

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Quien sí ha asegurado que su departamento contrató con la trama fue el ex jefe de gabinete de la Consejería de Bienestar Social, Enrique Navarro. El motivo: la «proximidad» de El Bigotes con Camps y su «amistad» con el ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa. Navarro, que es uno de los acusados que han alcanzado un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, se ha expresado así a preguntas del Ministerio Público en la vista oral por la adjudicación a Orange Market del contrato para el expositor valenciano de Fitur 2009.

Navarro ha explicado que conoció a El Bigotes a través de la consejera Alicia de Miguel: «Me lo presentó como un empresario que gestionaba eventos. Apareció de la nada», ha reconocido. Fue la insistencia de la propia De Miguel lo que llevó a que se cerrasen contratos con Orange Market: «Me vino a decir que tenía una amistad importante con Costa y proximidad con Camps. Estábamos en un momento en que podíamos continuar en la siguiente legislatura, renovar o no».

Y conceder a la Gürtel un acto centrado, precisamente, en el fin de legislatura era una «manera de que a estos señores les llegara por Pérez lo bien» que trabajaba esa consejería.

Por otro lado, el exjefe de gabinete también ha reconocido que su consejería troceó las facturas para no superar el límite establecido para la contratación directa: «Era una práctica habitual. Se sabía que era un fraccionamiento pero no un ilícito penal, sino una irregularidad administrativa«, ha afirmado.

Las mismas ilegalidades en la contratación a las que se ha referido otra de las acusadas: la ex directora general del Libro Silvia Caballer, quien ha aseverado que desde su departamento se fraccionó el pago de 112.00 euros a Orange Market en cinco facturas distintas; cuatro de ellas, elaboradas por ella misma. Llegados a este punto, la fiscal ha preguntado a Caballer si tal actividad tenía como objeto eludir el control legal. «Ahora sí que lo sé. Entonces no era tan consciente como ahora», ha señalado la acusada.