Zoido se reunirá en febrero con la oposición para intentar negociar una reforma de la Ley de Seguridad

Consciente cada vez más de su debilidad parlamentaria, el PP está decidido a maximizar el diálogo y la colaboración con el resto de los grupos parlamentarios para intentar negociar una reforma suave de las leyes más controvertidas y evitar así que la oposición opte por imponer la derogación de las mismas.

Uno de los textos a los que la oposición mira con más inquina es la Ley de Seguridad Ciudadana y, por ello, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha decidido reunirse con todos los grupos parlamentarios durante el próximo mes de febrero para buscar puntos en común que permitan introducir modificaciones y salvar su derogación.

En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, el máximo titular de Interior ha calificado de «prioritario» ese acuerdo y se ha comprometido a «dialogar hasta la extenuación para llegar a un acuerdo en algunos extremos», que no ha querido detallar en el turno de preguntas. Hará este esfuerzo, ha subrayado, «por el bien de la seguridad y el mantenimiento de la libertad».

No obstante, ha advertido al mismo tiempo tanto al PSOE como a Podemos de que «sería un atrevimiento y una imprudencia » derogar el texto porque provocaría peligrosos vacíos legales. «Crearía un vacío para la sociedad y en la actuación de las fuerzas de seguridad», ha abundado.

Para llegar a ese acuerdo, el PP no presentará ninguna oferta a los grupos sino que espera que sean el PSOE y el resto de partidos los que enumeren los aspectos de la ley que quiere modificar para intentar acercar posturas.

En otro orden de cosas, Zoido también se ha referido al que discurso que ofrecerá hoy el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en Bruselas para advertir al político catalán que la misma libertad que le permite ofrecer una conferencia será la que servirá a la Unión Europea para rechazar cualquier división territorial.

«Estoy convencido de que Europa no va a admitir jamás la ruptura unilateral de uno de sus países miembros», ha subrayado ante el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, quien ha contestado con contundencia a las críticas lanzadas ayer por el expresidente popular José María Aznar sobre la falta de un proyecto nacional del Ejecutivo y la desvertebración de España.

«Hemos llegado a una situación límite », ha reconocido en alusión al pulso secesionista catalán, pero destacando también que «el Gobierno de Rajoy tiene un proyecto nacional clarísimo que se basa en la Constitución».

En esta línea, ha querido recordar que las reflexiones sobre la desvertebración datan de la época de Ortega y Gasset, y aunque ha calificado las palabras del antiguo líder popular como una «reflexión razonable y oportuna», ha hecho hincapié en que el Ejecutivo está centrando sus esfuerzos en «superar los daños que la crisis ha provocado entre la población».