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Blanco, de pastor del PSOE a portavoz de un Gobierno moribundo

Fogueado siempre entre bambalinas del PSOE, al ministro de Fomento le toca ahora la papeleta de explicar la acción de un Gobierno finiquitado. Será la voz del ocaso de Zapatero

Blanco, de pastor del PSOE a portavoz de un Gobierno moribundo ABC

G. D. OLMO

A sus 49 años, a José Blanco la vida le ha puesto ante una nueva reponsabilidad, la de explicar la acción de un Gobierno, el último de Zapatero, moribundo y obligado por un escenario económico crítico a adoptar medidas muy impopulares.

El presidente ... Zapatero ha designado a Blanco como portavoz de un Gobierno trastocado por la entrada en escena, pretendidamente estelar, del candidato Rubalcaba, la esperanza a la que se aferra el PSOE para evitar, o al menos minimizar, el descalabro electoral que vaticinan todos los sondeos en las próximas generales. Dice el presidente que ha elegido al ministro de Fomento, por «su cercanía y directa comunicación con él». Efectivamente, Zapatero y Blanco cabalgan juntos hace ya tiempo y ahora que el primero, avejentado políticamente, se baja de la montura ha confiado en el segundo como uno de sus más fieles báculos. Blanco ha sido en esta década de zapaterismo el pastor que, con oscuridad pero eficacia, ha mantenido para tranquilidad de Zapatero el gallinero de Ferraz en orden, un gallinero con acreditada tendencia al alboroto y la revuelta. Con su aire de empollón repelente de la clase, azote habitual y ácido de otro gallego como Mariano Rajoy, Blanco ha desempeñado desde 2000 cargos clave en el organigrama interno de un partido ahora en la encrucijada. Secretario de Organización desde 2000 hasta 2008 y en la actualidad vicesecretario general, este lucense, de verbo zahiriente aunque no muy brillante, ha sido el alguacil doméstico del socialismo. Solo tras su entrada en el Gobierno como ministro de Fomento, en 2009, sustituyendo a la controvertida Magdalena Álvarez, su estrella política comenzó a proyectarse fuera del ámbito de Ferraz. Ahora, su nombramiento como portavoz del último Gobierno de Zapatero completa el círculo. Emergió con el acceso de este a la secretaría general del partido y lo acompañará en sus estertores como gobernante. No en vano, este padre de dos hijos fue uno de los primitivos promotores, junto a otros dirigentes como Juan Fernando López Aguilar o Trinidad Jiménez, de la candiatura de Zapatero a hacerse con la Secretaría General socialista. Ahora será, una vez más, apoyo de un político en pleno crepúsculo. Sin embargo, con todo el poder e influencia que ha amasado en estos años en el seno del partido, no parece aventurado afirmar que, aunque Zapatero desaparezca, Blanco hay para rato.

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