El Gobierno culmina otra semana negra con el caos del «caso Haidar»
La presentación de la ley estrella pasa sin pena ni gloria por la rebelión en la red contra Sinde, el secuestro de Mauritania, los crucifijos y el cambio en Investigación
Pasada la crisis por el secuestro del «Alakrana», que puso en jaque a medio Gobierno de Zapatero durante 47 días, el Ejecutivo ha culminado con el «caso Haidar» una de las semanas más oscuras desde que el PSOE revalidó su mayoría en marzo de 2008. ... En este caso la oposición apenas se ha despeinado y se ha limitado a ser un observador más del espectáculo ofrecido por el Gobierno, a quien se le multiplican los frentes abiertos hasta dejarle acorralado.
El secuestro por Al Qaida de tres cooperantes españoles en Mauritania estrenaba una semana política que acaba con la burla de Marruecos a España, al rechazar dos veces en menos de 24 horas el traslado de la activista Aminetu Haidar, en huelga de hambre desde hace 20 días, a El Aaiún (Sáhara Occidental). Entre medias, la ley estrella de Zapatero, la de Economía Sostenible, ha quedado oculta tras las nieblas surgidas de Moncloa y del Parlamento.
El «miércoles negro» comenzó a las nueve de la mañana en el Congreso. El presidente del Gobierno había pedido comparecer para «vender» a los grupos parlamentarios su Estrategia de Economía Sostenible, que pretende poner en marcha la recuperación económica y cambiar el modelo productivo en España, con la vista puesta en 2020. Apenas había subido José Luis Rodríguez Zapatero a la tribuna cuando se hizo público el dato del paro registrado de noviembre: aumentó en 60.593 personas, lo que hace un total de 3.868.946 desempleados. Un récord.
Sorprendentemente, Zapatero se reafirmó ese día en que «ha comenzado la recuperación económica» en España. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, fue más allá, y aseguró que «hoy estamos mejor que hace un año».
«Propaganda» de Moncloa
Los grupos de la oposición, desde la izquierda hasta la derecha, volvieron a dejar de manifiesto su desconfianza hacia la política económica de Zapatero, su diagnóstico, su pronóstico y su ley estrella, que recibió un baño de descalificaciones, con un denominador común: es «propaganda, un envoltorio sin contenido». Joan Herrera (ICV) fue así de gráfico: «La ley no es una poción mágica, y usted (Zapatero) no es Astérix, ni Salgado es Panorámix».
Por si fuera poco, el PSOE logró enfadar a uno de sus socios potenciales para aprobar esta ley, CiU, al vaciar de contenido su proposición de ley de Morosidad con varias enmiendas, para no eclipsar el proyecto de ley de Economía Sostenible, que asumiría esa parte suprimida. «Es malintencionado», se quejó CiU.
El escaso éxito que tuvo Zapatero con la presentación de su «Estrategia» quedó incluso arrinconado por la polémica que originó un apartado especial del anteproyecto de ley de Economía Sostenible que había aprobado el Consejo de Ministros el viernes anterior. Se trata de la Disposición final, que incluye la creación de una Comisión, dependiente del Ministerio de Cultura, que tendrá la facultad de bloquear webs que permitan descargas ilegales en internet, con el objetivo de «proteger la propiedad intelectual».
La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, corroboró que la decisión de bloquear las páginas webs corresponderá a la Comisión de Propiedad Intelectual, bajo su autoridad. En el mundo virtual se olía a revolución del 68. La revuelta fue general y el presidente Zapatero se dedicó a desautorizar a su ministra: «El Gobierno no va a cerrar ninguna web. Si hay que aclarar algo, se hará y lo hará Cultura». Cuando la confusión ya reinaba por todas partes, la vicepresidenta De la Vega precisó que «es una iniciativa de todo el Gobierno».
Contra los crucifijos
Como eran pocos los frentes abiertos, el Grupo Socialista decidió abrir uno más el miércoles por la tarde, y logró echarse a media España y parte de la otra encima. En la Comisión de Educación, el PSOE pactaba con ERC una enmienda transaccional que instaba al Gobierno a retirar los crucifijos de «los centros escolares» en general. La proposición no de ley se aprobó con el voto en contra del PP y de CiU. De nuevo arrollado por la polémica, el Gobierno se dedicó a matizar, sin aclarar nada. Zapatero aseguró que el asunto no está en la agenda del Gobierno, pero anunció que se incluirá en la futura ley de Libertad Religiosa. Se hará, dijo, por consenso. La ley de plazos del aborto también iba a hacerse por consenso, y ha terminado partiendo en dos al Parlamento y a la sociedad.
La descoordinación quedó de manifiesto otra vez entre el Congreso y Moncloa. El escenario ahora fue la Comisión Constitucional. Se debatía el «blindaje» del Concierto Económico vasco, y en concreto una enmienda del PP que pedía reintroducir el recurso previo de inconstitucionalidad, para que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre los estatutos de autonomía antes de que entraran en vigor. El diputado socialista José María Benegas aseguró que su grupo está reflexionando la aceptación de ese recurso: «Estamos considerando volver a recuperar esta figura que tuvimos en su día».
Un día después, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta De la Vega desautorizaba a Benegas: «Es una reflexión muy respetable, pero el Gobierno desde luego no plantea recuperar esa figura jurídica».
Faltaba la guinda en esta semana de desbarajustes. Tampoco aquí la oposición tuvo nada que ver. El «número dos» de la ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, dejaba su cargo como secretario de Estado de Investigación, tras el recorte presupuestario en I+D+i. Zapatero perdía con Carlos Martínez a uno de los científicos más reputados de España.
Noticias relacionadas
- MAURITANIA . Sin rastro de los tres cooperantes españoles
- CRUCIFIJOS. Zapatero, obligado a desautorizar a su partido
- INTERNET. Corrige las declaraciones de la ministra Sinde
- CIENCIA . El secretario de Investigación, cesado por los recortes
- EDITORIAL: Otra semana negra
- «Un gobierno insostenible»; por José María Carrascal
- ¿Alguien lee la letra pequeña?
Ver comentarios