Cascos anuncia un acuerdo para coordinar el trabajo de la flota gallega contra la marea negra
Los soldados que trabajan en la limpieza de las playas desembarcaron ayer en las islas Cíes.Reuters
LA CORUÑA. El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, se desmarcó ayer de las peticiones públicas de disculpas por los errores cometidos en la gestión de la crisis provocada por el «Prestige» formuladas por el presidente del Gobierno, José María Aznar, el vicepresidente Mariano Rajoy ... y el titular de la Xunta, Manuel Fraga, al alabar la «óptima respuesta» del dispositivo marítimo a sus órdenes y precisar que asumiría las responsabilidades políticas «por no ser un profeta».
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En su primera comparecencia en la torre de control del puerto de La Coruña, sede de la comisión de seguimiento de la crisis, Álvarez Cascos defendió la cuestionada decisión de alejar el buque de las costas gallegas «porque ninguna cofradía de Galicia habría aceptado que se introdujera el buque en sus aguas», y aseguró que en el caso de haberse aceptado su introducción en el puerto herculino -una de las alternativas barajadas por la oposición- al riesgo ecológico para las Rías de Coruña, Ferrol y Mera habría que agregar el económico de mantener unas instalaciones portuarias de esa importancia cerradas por tiempo indefinido al tráfico marítimo.
No somos profetas
Señalado directamente por el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy y por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, como responsable del Ministerio que adoptó las primeras medidas tras producirse el accidente del «Prestige», el pasado 13 de noviembre, Cascos afirmó que a la hora de tomar decisiones no se sabía lo que iba a ocurrir, «porque no somos profetas», y precisó que «cogió a toda la organización a la altura de las circunstancias y respondió como tenía que responder», para destacar que la actuación del funcionario marítimo Serafín Díaz Regueiro, que puso en marcha el motor del barco «merece figurar en la historia mundial de los rescates».
Cascos admitió que «de la experiencia se sacarán conclusiones y si hay que rectificar algo, se hará, pero no en caliente», pero insistió en que «un mes después, todas las opiniones son muy respetables, pero las que no se expresaron el día 14, cuando se decidió alejar el barco, no son operativas»..
El ministro de Fomento cuantificó en 80 millones de euros la inversión realizada por su departamento para paliar las consecuencias de la marea negra, al asumir tanto la contratación de los buques contratados para luchar contra la contaminación en el mar -16 embarcaciones en Galicia y la costa Cantábrica-, como la adquisición de material para combatir las manchas desde la costa.
Coordinación
Francisco Álvarez Cascos anunció por otra parte la firma de un convenio por el que las capitanías marítimas coordinarán de forma sistemática y ordenada el despliegue de los barcos pesqueros y mejilloneros para luchar contra la marea negra, dado que la actual fragmentación de las manchas de fuel -convertidas en bolas de hidrocarburo mezclado con algas y animales marinos-reduce la capacidad de actuación de los buques de succión de las embarcaciones de la «OTAN ecológica».
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