«Veo poca expectación. Debe ser porque ya tienen claro que no vamos a apoyar a Pedro Sánchez de ninguna de las maneras», bromeó Abascal con los medios nada más aparecer en la sala de prensa del Congreso. Allí, en una alocución corta que no admitió preguntas –«he dicho lo que quería decir y no he dicho lo que no quería decir», se justificó–, el presidente de Vox resumió su reunión con el Jefe del Estado con dos ejes fundamentales: su no a Pedro Sánchez y su preocupación por lo que supondría para la nación su continuidad al frente del Gobierno.
«Ni la autodeterminación es posible, se utilice el eufemismo que se quiera (referéndum consultivo, vinculante o como sea) ni la amnistía de los peores delitos, tampoco. La primera porque afecta de manera directa al fundamento irreformable de la Constitución que es la unidad nacional. Yla segunda, porque constituye una agresión al pueblo que respeta las leyes y que asume condenas cuando comete delitos. Porque deja sin defensas al Estado de Derecho y a la sociedad española y deslegitima a la corona y a la actuación de su Majestad durante el golpe de Estado de 2017», señaló.
Abascal quiso poner de relieve que «cabe la posibilidad de que los golpistas, tanto Puigdemont como los separatistas de distinto pelaje, finalmente decidan que prefieren una repetición electoral y que entonces Pedro Sánchez nos diga que es porque él no ha cedido y quiera ir a unas elecciones disfrazado de patriota. Pero los españoles ya conocen la forma de actuar del actual presidente».
Por último, el presidente de Vox llamó a la movilización para que los españoles acudan masivamente a Barcelona este fin de semana para manifestarse «en defensa de la unidad nacional, de la Constitución y de la igualdad de los españoles».
Además, reiteró su intención de poner sobre la mesa de nuevo la ilegalización de los partidos independentistas como única vía posible para «combatir el separatismo»
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