Sumar ve encarrilada la amnistía y exige al PSOE avances sociales: «No habrá cheque en blanco»

Díaz acudirá a Zarzuela a las cuatro y media de la tarde y trasladará a Don Felipe su voluntad de «garantizar un Gobierno fuerte que amplíe derechos». «Feijóo quiere un Gobierno débil y una legislatura corta y desde aquí vamos a decirles que eso no lo vamos a permitir», ha afirmado este lunes el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en una rueda de prensa en la sede de Sumar, en la madrileña calle de San Cayetano.

Sumar se ha convertido en el principal valedor de la amnistía al 'procés' que exigen ERC y Junts para investir a Sánchez, en contraste con el silencio que mantiene aún el PSOE al respecto, consciente de que hace unos meses, antes de las elecciones generales del 23J, varios ministros socialistas calificaban de «inconstitucional» esa petición del independentismo. Ahora, con los separatistas indispensables para que Sánchez revalide su puesto al frente de La Moncloa, la contundencia ha dejado paso al mutismo en los socialistas. Y ese hueco lo está llenando Sumar, que aspira a reeditar el Gobierno de coalición en el que participa ahora Unidas Podemos.

Noticia Relacionada

Yolanda Díaz prepara su artillería para encarecer el despido si gobierna Sánchez

Susana Alcelay

La ministra de Trabajo, con apoyo sindical, plantea una extinción improcedente más cara, una fórmula de «despido reparativo» en función de la situación del afectado

«Tenemos un grupo de trabajo centrado en la cuestión de la amnistía. Evidentemente quedan cosas por hacer. Nos queda por explicar el dictamen, cuando esté preparado ya lo diremos», ha aseverado Urtasun, que no obstante ha insistido varias veces en que «el carril territorial», que limita a esta cuestión, está muy avanzado. Este lunes, sin embargo, la prioridad de Sumar era trasladar ya al debate público, antes de que Sánchez tenga el encargo oficial del Rey, la necesidad de seguir conquistando nuevas cotas en el terreno social. Este domingo, ABC ya publicó algunas de las exigencias que iba a poner la formación izquierdista sobre la mesa.

Entre otras cosas, Urtasun ha mencionado la necesidad de reducir la jornada laboral, encarecer los despidos, subir el salario mínimo interprofesional, aprobar una ley de cuidados, aumentar el ritmo de reducción de las emisiones de CO2, controlar los alojamientos turísticos, contener el precio de los alquileres, fomentar una fiscalidad progresiva, reducir el precio de la cesta de la compra y cambiar el sistema de financiación autonómica. «La gente nos está esperando y Sumar está aquí para garantizar derechos», ha reivindicado el portavoz del partido.

Urtasun ha asegurado que no contemplan un escenario en el que el PSOE no acceda a avanzar en esas medidas, pero ha querido dejar claro que Sumar no aceptará dar su apoyo a Sánchez a cambio de nada. «Nadie nos puede exigir un cheque en blanco», ha avisado Urtasun, que ha incidido reiteradamente en la necesidad de consolidar un Gobierno fuerte «para una legislatura ambiciosa».

El objetivo se antoja complicado, habida cuenta de que al ya complicado bloque de la legislatura pasada ahora PSOE y Sumar deben añadir a Junts, en posiciones aún más rupturistas que ERC, además de la dificultad que supondrá contar con dos partidos antagónicos ideológica y electoralmente, como sucede a su vez con EH Bildu y el PNV. En cualquier caso, el partido izquierdista ha querido centrarse en contenidos este lunes y aparcar el reparto de carteras, aunque 'El Periódico de España' publica que podría exigir Sanidad para Mónica García, Vivienda para Ada Colau y Derechos Sociales para Nacho Álvarez.

Urtasun ha evitado confirmar ese extremo y ha garantizado que por ahora no se está hablando de organigrama porque, para ello, antes cabe fijar las «prioridades». Además, Sumar está pendiente del número de ministerios que tendrá el próximo Gobierno y en el partido no descartan un Consejo de Ministros más reducido que el actual, que, con veintidós carteras, es el segundo más numeroso de la vigente democracia. Díaz, públicamente, ya abrió la posibilidad de reducir el tamaño del Ejecutivo.

En Podemos, arrinconado dentro de Sumar, celebran por un lado que la mayoría de reivindicaciones del partido de Díaz coincidan con las suyas, aunque restan valor a la advertencia de Urtasun. En rueda de prensa en su sede, en la madrileña calle de Francisco Villaespesa, Pablo Fernández y María Teresa Pérez, coportavoces de la formación, han ironizado con las exigencias de Sumar. «Para lanzar una suerte de órdago hay que ser creíble», ha sentenciado Fernández.

El tono de la comparecencia en la sede de Podemos ha cristalizado a las claras la tensión que vive el espacio político, donde quien otrora era matriz ahora es un partido más de la coalición y, para más inri, ve cómo Sumar no le cede ningún protagonismo y no le ha otorgado ninguna portavocía en el Congreso. Este lunes, Pérez ha reiterado las cinco condiciones que plantean de cara a la investidura de Sánchez, en un intento de reivindicar su propia autonomía: hacer permanente la rebaja del transporte público, limitar el precio de los alimentos, subir a 1.500 euros mensuales el salario mínimo interprofesional, derogar la Ley de Seguridad Ciudadana —conocida por sus detractores como 'ley mordaza'— y que Irene Montero se mantenga al frente del Ministerio de Igualdad.

«Creemos que el PSOE y Sumar tienen la oportunidad de rectificar y remediar ese veto que se puso a Irene Montero y al feminismo», ha afirmado Fernández, aunque después ha añadido que en su partido siempre serán «responsables». Y es que por más exigencias que planteen tanto Sumar como Podemos, ninguno de ellos se atreve a situarlas como una verdadera línea roja que impida la investidura de Sánchez. La alternativa pasa por una repetición electoral en la que la derecha podría hacerse con el Gobierno.