Elecciones vascas 2012: Mención a las víctimas y camisetas «prohibidas» en el nuevo Parlamento vasco

En el Parlamento de Vitoria se sientan desde hoy los 21 parlamentarios que la coalición EH Bildu obtuvo en las pasadas elecciones autonómicas vascas de octubre, además de 16 representantes del PSE, 10 del PP y 1 de UPyD. Estas cifras arrojan un escenario a priori complicado para un PNV que deberá tejer acuerdos con el resto de grupos para sacar adelante su programa de gobierno, al no contar con la mayoría suficiente en el legislativo vasco, fijado en 38.

La sesión de constitución de la nueva Cámara ha levantado cierta expectación y han sido muchos los invitados al salón plenario, entre ellos, el exlendakari Juan José Ibarretxe ; el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano , y el delegado del Gobierno, Carlos Urquijo , los tres sentados juntos en el palco, como manda el protocolo.

La familia de Bakartxo Tejería, su marido, sus padres y sus dos hijas pequeñas, también ha acompañado a la nueva presidenta de la Cámara, la tercera mujer en presidir el legislativo vasco de forma consecutiva. Arantza Quiroga les ha recibido a todos en la entrada del Parlamento.

La consejera en funciones de Educación y parlamentaria del PSE, Isabel Celaa , ha presidido la Mesa de Edad, encargada de organizar las votaciones para constituir el nuevo órgano de la Cámara. Celaa ha leído una breve declaración en la que ha recalcado que ésta será la primera legislatura vasca sin la amenaza directa del terrorismo y ha recordado a dos exparlamentarios asesinados por ETA, Fernando Buesa y Gregorio Ordóñez . La mención ha causado cierto malestar en las filas de EH Bildu, ya que no ha incluido a Santi Brouard, también antiguo electo del Parlamento Vasco por HB, que fue asesinado por pistoleros a las órdenes del GAL el 20 de noviembre de 1984. Tras un breve receso, Celaa se ha disculpado y ha recordado la figura del exdiputado de Batasuna.

Otra de las anécdotas ha llegado desde la bancada de EHBildu, ya que sus dos representantes más jóvenes, que han integrado la Mesa de Edad, vestían camisetas reivindicativas, una por los ataques en Gaza y otra contra los desahucios. Aunque el reglamento prohíbe la exhibición de símbolos reivindicativos , no han sido apercibidos al no estar configurada la nueva Mesa.

Una vez ocupada la presidencia de la Cámara, Tejería ha hecho mención a los tres electos citados y ha reclamado a los grupos que el nuevo Parlamento constituido alumbre «el encuentro entre todos para construir la paz y la normalización política en Euskadi», tras largos años de violencia. En su primera alocución, ha fijado como los dos grandes retos de esta legislatura la «pacificación» y la salida de la situación económica. «La palabra, el debate, la paz, serán los ejes de nuestra tarea», ha recalcado antes de apuntar su disposición a hacer cumplir la ley porque «en democracia no todo es lícito». «En el Parlamento la democracia ha de ser la ley y en democracia no todo es lícito. Cada uno debe defender lo suyo desde la libertad política, pero no tenemos que convertir la política en algo que separe a la sociedad», ha convenido.

Tras el pleno, la coalición radical encabezada por Laura Mintegi ha comparecido por primera vez ante los periodistas para homenajear a Brouard y a Josu Muguruza , diputado de HB en el Congreso, asesinado por grupos de extrema derecha en Madrid. Sus parlamentarios han mostrado un cuadro con sus fotografías y claveles rojos para conmemorar el 28 aniversario de la muerte de Brouard, el 20 de noviembre de 1984. Mintegi ha saludado la decisión del Gobierno Vasco de reconocer como víctimas de «motivación política» a los dos etarras sentenciados a muerte en 1975, Juan Paredes Manot «Txiki» y Ángel Otaegi, si bien ha estimado que ese reconocimiento -que incluye una dotación económica de 135.000 euros a sus familias- «se queda corto».

En comparecencia ante los periodistas, el único representante de UPyD, Gorka Maneiro , ha subrayado que es una «anomalía antidemocrática» la presencia de los 21 parlamentarios de EH Bildu en la Cámara Vasca, que ni condenan la violencia de ETA ni le exigen su disolución. Maneiro ha concluido que se trata de «los representantes políticos de ETA».