Sánchez también necesita dos tardes para aprender economía

«Nuestra capacidad exportadora ha mejorado un 40% y nos ha permitido algo inédito y es que en 2024 seamos la principal economía exportadora de Europa, por encima incluso de la gran economía alemana, que ha sido eminentemente exporadora. Pues hoy estamos exportando más que Alemania», continuó diciendo. Y esto es absolutamente falso.

España exportó el año pasado por valor de 383.700 millones, y Alemania más de 1,57 billones, es decir cuatro veces más que España. Y entre enero y octubre de 2024, nuestras exportaciones han crecido un 0,7%hasta los 322.086 millones de euros, y las alemanas han caído, pero se sitúan en 1,3 billones de euros, es decir más de tres veces por encima de las españolas. Así que la afirmación del presidente de que hoy España exporta más que Alemania es absolutamente falsa. Quizás lo que quería decir es que España es el país donde más crecieron las exportaciones en octubre, un 9,3%, frente al 2,3% que aumentaron las ventas al exterior de Francia, el 1,6% de Italia o el 0,4% que crecieron en Alemania. Pero el presidente del Gobierno debería saber que una cosa es lo que se crece y otra cosa es la cifra total. Y si no lo sabe, quizás necesite como Zapatero un par de tardes para aprender economía.

De hecho, estas optimistas declaraciones del presidente sobre el sector exterior contrastan con el informe que presentaba hace apenas un mes el Club de Exportadores e Inversores, en el que alertaba del estancamiento de la actividad exportadora hasta septiembre, y aunque es cierto que los datos de octubre que hemos conocido hace unos días son mejores, el año pasado ya se redujeron las exportaciones y este año han crecido un mínimo 0,7%.

«La aportación del sector exterior al crecimiento del PIB es muy limitada y no proviene del aumento de nuestras ventas de bienes al exterior, sino de la disminución de la importación. Así, el importante crecimiento del PIB que está experimentando España viene en gran parte de una fuerte subida del consumo público, con sus negativas repercusiones en materia de gasto público, déficit, y crecimiento de la deuda y la presión fiscal», apuntaban y recordaban la necesidad de «adoptar medidas de apoyo empresarial que aporten estabilidad y certidumbre, reduzcan la presión fiscal sobre las empresas e incentiven la inversión, con la vista puesta en impulsar el crecimiento del sector exterior y evitar la pérdida de competitividad frente a los países de nuestro entorno». Nada que ver con el discurso de Sánchez