CUENTAS SIN CUENTOS
Máximos bursátiles pese a una incertidumbre que persiste
Aunque siempre se ha dicho que el dinero es miedoso lo cierto es que la Bolsa española registra sus mejores datos desde la gran recesión. Ni la crisis arancelaria no resuelta ni el continuo intervencionismo del Gobierno en la vida empresarial desanima a los inversores
Una consulta pública al estilo del circo romano
Romper unilateralmente un contrato, un mal precedente

El pasado viernes el Ibex 35 cerraba, por primera vez en diecisiete años, por encima de los 14.000 puntos tras avanzar más de un 20% en lo que llevamos de año, y tener uno de los mejores comportamientos entre los mercados mundiales.
Tras el ... susto de los aranceles, de hace apenas un mes, que arrastró a todas las Bolsas mundiales con pérdidas de hasta dos dígitos en muy pocos días, los mercados, y especialmente el español han tomado impulso. Uno podría preguntarse cómo es posible que pese a la incertidumbre que genera la geopolítica mundial, con un cierre en falso de la crisis arancelaria, con la guerra de Ucrania sin visos de fin en el corto plazo, con el conflicto de Israel y Gaza en pleno apogeo, y con gobiernos cada vez más populistas –incluido el nuestro– con continuos cambios de las reglas del juego a mitad de partido, los inversores siguen confiando y arriesgando su dinero en las Bolsas.
Y no solo las Bolsas, el viernes también conocimos las cifras de ventas de viviendas, que pese a la escalada de precios, se disparan. Más del 40% creció la venta de vivienda el pasado mes de marzo y más del 64% en el caso de las casas nuevas, y eso a pesar de que los precios están disparados y de que son muchos, especialmente entre los jóvenes, los que no tienen acceso a ellas.
También las grandes cifras macroeconómicas parecen avanzar por el buen camino, pese a que no todos los organismos son tan optimistas. Esta semana la Airef rebajaba las estimaciones del Gobierno, pero aún así mantenía elevadas previsiones para la economía española. Y las cifras del empleo también siguen siendo positivas.
¿Qué está pasando? Uno tiene la impresión de que las grandes cifras van por un lado, y la economía real por otro. Cuando hablas con los empresarios, todos, grandes y pequeños, se quejan de la subida de las cotizaciones, del salario mínimo, ahora del recorte de jornada, de los impuestos improvisados que vienen y van, del intervencionismo del Gobierno en las decisiones empresariales, incluido el último conejo sacado de la chistera para entorpecer la opa de BBVA sobre Sabadell... pero a pesar de ello, la mayoría de las empresas del Ibex están disparadas en Bolsa, especialmente las entidades financieras, que acumulan revalorizaciones anuales superiores al 40% en este comienzo de 2025. ¿Por qué? Pues en este caso está claro que los beneficios obtenidos sustentan esta apuesta. Los seis grandes bancos españoles –Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja– ganaron 4.302 millones por su actividad en España en el primer trimestre, un 46,2% más que en el mismo periodo de 2024, entre otras cosas por una periodificación distinta del nuevo impuesto a la banca.
España sale bien parada en la comparativa europea, tanto en las grandes cifras económicas, con crecimientos más altos que otros países tanto en el PIB y en el empleo –aunque sigamos siendo el farolillo rojo en paro–, como en las subidas bursátiles. Y son estas cifras las que permiten al presidente Sánchez presumir dentro y fuera de nuestras fronteras de la situación económica de España y, por supuesto, responsabilizar de ello a sus políticas. Una situación, por otro lado, que le permite resistir en La Moncloa pese a la precaria situación política en la que se encuentra y las continuas cesiones al separatismo catalán y vasco que tan poco gustan en otras partes de España. Situación a la que hay que añadir el cerco judicial a personas tan cercanas para él como su esposa y su hermano, o al que fue su número dos en el PSOE.
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