El último bastión empresarial de la familia Hidalgo

Globalia no aspira a llevarse todas estas licencias, pero sí está bien situada para incrementar notablemente su presencia en el sector. Hasta el momento, Groundforce, la empresa que monopoliza casi toda la actividad del grupo en este negocio, está presente en 12 aeropuertos, la mayoría de ellos con una gran actividad. Junto a IAG, es la gran favorita para hacerse con la mayoría de los 21 lotes sacados al mercado por Aena.

«La compañía está en la buena senda y ha recuperado ya el 80% de los vuelos que atendía antes de la crisis», explican fuentes internas de Groundforce. En global, la división de 'handling' de Globalia, contaba a finales del año 2020 con 1.782 empleados, (1.703 solo de 'handling) 25 millones de fondos propios y un negocio de 65 millones. También registraba pérdidas de 21,6 millones a finales de ese ejercicio, pero por el impacto de la pandemia. Solo un año antes, la cifra de negocio rozaba los 177 millones de euros y el resultado era positivo, con unas ganancias de 2,6 millones de euros.

¿Significan estas cifras que el negocio es intocable para el grupo? No. De hecho, en la propia Groundforce existen dudas respecto a su futuro. Con el resto de grandes divisiones a la venta o vendidas, y un puñado de pequeñas divisiones como el call center de capa caída, el 'handling' se ha convertido en una de las grandes oportunidades de desinversión para Globalia. Una situación que ya ha provocado que en los últimos meses otros operadores, como Swissport, se hayan acercado a la división, aunque sin presentar una oferta firme por ella. Ahora esta situación puede cambiar, ya que la actividad de la empresa podría verse afectada por la operación entre Iberia y Air Europa.

Porque, tal y como explican fuentes internas, la aerolínea es uno de los grandes proveedores de vuelos a la división de servicios en tierra. En principio, Groundforce se quedó fuera de la operación entre el grupo IAG y Globalia. Pero entre la plantilla existe una gran incertidumbre respecto a su futuro una vez se cierre el que ya parece inminente acuerdo. «Air Europa garantiza mucho negocio en el aeropuerto de Madrid y habría que ver cómo se queda la empresa si finalmente la aerolínea se vende a Iberia», explican estas fuentes. IAG ya ha asegurado que quiere que los vuelos que aporte Air Europa sean atendidos con su propio segmento de 'handling', que es otro de los gigantes del mercado. También está por ver en qué manos queda la división de carga aérea de Air Europa, aunque desde IAG ya han asegurado que quieren invertir en este negocio.

Ambos grupos ultiman las negociaciones para cerrar una de las operaciones turísticas más importantes de la última década. Llegaría justo después de la desinversión en las agencias de viajes, conocida esta misma semana. Para Hidalgo no ha sido fácil desprenderse de este negocio, puesto que fue con esta división con la que empezó a fraguar el sueño de crear el grupo turístico más importante de España. Pero a finales de octubre tuvo que decir adiós, también a su ojito derecho, Halcón Viajes, con la que en su mejor etapa llegó a disponer de 1.000 oficinas en toda España.

La deuda derivada de varios litigios de Halcón previos a la fusión de las agencias de viajes de Globalia y las de Barceló para la creación de Ávoris fraguó la salida de la firma de los Hidalgo del nuevo grupo. Alrededor de 50 millones debía asumir de forma directa Globalia por estas contingencias. Una cifra imposible para una empresa que se encuentra en el momento más crítico de su historia.

Tocaba salir y el grupo lo hizo por el precio simbólico de un euro. Eso sí, renunciando a una deuda que en su conjunto superaba los 200 millones de euros, incluido el rescate de la SEPI al nuevo gigante de la distribución turística. Ahora es el grupo Barceló el que controla el 100% de la compañía, algo que se hizo patente en su consejo unas semanas antes del cierre de la operación. Porque cuando salió Globalia de Ávoris, ninguno de sus miembros seguía vivo en la directiva.

A buena parte del sector ha sorprendido el paso de Hidalgo. Es conocida la situación económica del grupo, pero también que el empresario pocas veces da su brazo a torcer. Las agencias de viajes eran una poderosa fuente de la que se nutrían Air Europa y los propios hoteles del grupo. Una suerte de negocio vertical (junto a su turoperador Travelplan) con el que logró llenar el Caribe, y en especial República Dominicana, de turistas españoles.

Pero toda esa estructura podría estar a punto de disiparse. Porque en el horizonte también está la venta de su marca de hoteles Be Live Hotels, por la que el empresario pide alrededor de 500 millones, algo que hasta este verano el mercado fue incapaz de asumir. Ahora, la complicada situación económica de Globalia podría ser el impulsor de una rebaja de precio, con la presión de los acreedores como telón de fondo. La cadena vacacional dispone de 32 hoteles y más de 10.000 habitaciones en España, Portugal, República Dominicana, Cuba y otros países, aunque solo 14 de estos inmuebles son de Globalia. Varios fondos y competidores siguen de cerca su posible venta.