LAS VOCES DEL CAMPO
Solo las lluvias de otoño aliviarían la crisis de los olivareros: «Hay gente que se marcha a Francia para vendimiar»
La mayoría aseguran que nunca han vivido dos campañas consecutivas tan malas
La escalada del precio del aceite hunde un 45% la exportación
Los agricultores no son muy optimistas con la cosecha de este año
El sector olivarero está sumido en el pesimismo. No solo por las malas expectativas para esta próxima campaña, sino porque se está dando una situación inédita: dos años malos consecutivos.
«No recordamos haber vivido esto antes», aseguran muchos agricultores. Antonio Conde, agricultor ... e ingeniero agrónomo, lamenta que en la Sierra Sur de Jaén, zona olivarera por excelencia, ha llovido muy poco en los últimos días, algo menos de 15 litros que tan solo han servido para refrescar el suelo, pero que no ha variado el mal estado en el que se encuentran los olivos. De hecho, sus perspectivas para la campaña que arrancará en pocas semanas son muy malas: espera tan solo recoger un 10/15% de la aceituna que supondría un año normal. Y eso si llueve en otoño, si no, se perderá todo.
«Son dos campañas muy malas, el año pasado tuvimos en torno a un 50% del aceite de oliva que recogemos en una campaña media», asegura. De hecho, Conde destaca que ya son bastantes en la zona los que han emigrado, o se están planteando hacerlo, a Francia, tanto a la vendimia como a campañas de recogida de fruta. «Aquí la mayoría de las familias viven del olivar, y estos años han sido tan malos, con costes de producción tan altos, que hay que buscar otra salida», asegura. Respecto a los precios altos que está alcanzando el aceite, el agricultor asegura que, como casi todos los productores entregan la aceituna a la cooperativa, que se encarga de molturarla, gestionarla y comercializarla, ellos apenan notan la subida que sí ha sorprendido a los consumidores.
Por otra parte, Rafael Guzmán, olivarero y presidente de la Cooperativa de San Agustín, de Linares, reconoce que las lluvias de la última semana «han sido una lotería», beneficiando a olivares donde han caído unos 30 litros, y donde la aceituna podrá comenzar con más garantías el proceso de formación del aceite. Por otra parte, hay zonas en las que apenas han caído 10 litros por metro cuadrado. «Esperemos que sea un otoño lluvioso y los rendimientos grasos de la poca aceituna que hay sean buenos», afirma Guzmán. En la cooperativa que preside, el año pasado tuvieron una cosecha un 70% más baja que en un año normal, una cifra que se repetirá este año. «Solo nos queda una esperanza: que llueva para que los olivos 'revivan'», afirma.
De otro lado, Juan Luis Ávila, agricultor y secretario general de COAG Jaén, asegura que el aceite se ha vendido a un ritmo normal durante todo el año, más caro porque había menos cosecha y costes más altos, pero con cero especulación. «Muchas familias llevan dos años sin ingresos, están prácticamente arruinados», rememora. Por eso, considera fundamental que llueva en septiembre y octubre.
Además, califica «un error» que se opte por otro tipo de aceites en los hogares, y se deje de consumir aceite de oliva. «Cada familia suele emplear unos 35 litros anuales. Si la subida es, en torno a tres euros y pico, tan solo supone anualmente algo más de 100 euros anuales a cada familia, unos 30 céntimos al día».