El resbaladizo trampolín profesional de las redes sociales
Nuestras interactuaciones en internet cuentan para los reclutadores de talento, pero construir una marca personal útil no es una tarea sencilla
Las redes sociales se consolidan como el motor de búsqueda del talento
Linkedin es la red profesional por excelencia, un lugar donde una buena marca personal dirá mucho a nuestro favor
Más allá del currículum en el que consta la formación recibida y la trayectoria laboral, hay otra historia de nuestra vida: la que contamos en redes sociales. En España hay más de 40,7 millones de usuarios, una cifra que supone el 85,6% ... de la población total, tal y como recoge un informe elaborado por Meltwater y We Are Social. Si no hemos escogido el anonimato, cualquier reclutador podrá encontrar en nuestros perfiles material que quizá podría comprometer nuestra contratación. Según la última encuesta realizada por InfoJobs sobre redes sociales y empleo, el 52% de las empresas consultan las redes sociales de una persona antes de contratarla. Convertir este rastro digital, en vez de en una cortapisa, en un argumento para tener éxito en un proceso de selección depende de la marca personal que se haya creado en estas plataformas.
«Las redes sociales se convierten en altavoz y escaparate con efecto amplificador de todo lo que hacemos y decimos», comenta Alejandro Durán, experto en desarrollo de personas y equipos. Cuidar la imagen que proyectamos es esencial porque las compañías pueden encontrar determinadas actitudes o comportamientos muy alejados de sus valores, lo que es «una barrera de entrada», según este experto. Además de tener en cuenta qué se dice, hay que considerar dónde se dice. «No hay redes específicas que debamos evitar a toda costa», indica Ana Riera, talent manager en Thexpeople. Y tiene razón. Según el barómetro DCH de la EAE Business School, TikTok es la principal fuente de reclutamiento para los perfiles junior (97%). La experta anima a «evaluar cuidadosamente si el uso de una determinada red social es relevante y beneficioso para la imagen profesional».
Linkedin es la red profesional por excelencia, un lugar donde una buena marca personal dirá mucho a nuestro favor. Luis Céspedes, senior manager de Robert Walters, recomienda «ser conciso, claro, evitar extenderse en las descripciones y poner en valor competencias, habilidades y logros alcanzados». Además de mantener el perfil actualizado y contestar los mensajes, el tono es un aspecto fundamental. «Expresa tus opiniones de forma educada, sin lenguaje malsonante, agresivo u ofensivo», admite Domènec Gilabert, managing director de PageGroup Cataluña, que también insiste en «evitar hablar de temas controvertidos o discriminatorios, pues se pueden herir sensibilidades porque el mundo es muy diverso».
Esta red incluso permite incluir 'open to work' en la foto, para llamar la atención. Pero publicar abiertamente que se está buscando trabajo «puede dar pie a que la actual compañía deje de contar con este empleado para nuevos proyectos, o a la hora de elegir a una persona del equipo para una promoción», subraya Céspedes. Tampoco es aconsejable deslizar críticas hacia empresas en las que se haya trabajado porque «los reclutadores pueden interpretar esto como un signo de falta de profesionalidad», expone Riera, que invita a no descuidar los aspectos formales: «Una mala gramática y ortografía pueden dar una impresión negativa sobre tus habilidades de comunicación».
La ventana al mundo que hemos abierto en redes sociales es una herramienta de gran utilidad dentro de la selección de personal. Si la marca personal está bien trabajada, la balanza se inclinará a nuestro favor. En este sentido, tener publicaciones sobre temas relacionados con nuestro campo suma puntos. «Es clave compartir cuando se ha acudido a un evento, se ha participado en formaciones o se ha obtenido un certificado de consecución de niveles de conocimiento en determinadas materias», indica Céspedes. Respecto a su peso dentro del proceso de selección, «hay quien opina que es clave para tomar la última decisión, pero también los que sostienen que es algo que no debería influir», comenta Durán. También me muestra conciliadora Riera, que asegura que «la marca personal puede influir, ya que refleja su profesionalidad, ética de trabajo y valores, pero el peso exacto que se le da varía según la empresa y el reclutador en particular».
Por ejemplo, en PageGroup no comprueban Twitter o Instagram, «pero sí le damos mucha importancia a la presentación del candidato en redes profesionales como LinkedIn». En cualquier caso, Gilabert no descarta que «algunos clientes investiguen para comprobar si los valores del futuro empleado están alineados con los de la compañía», por eso recomienda separar el contenido que se comparte: «Hay algunas redes mixtas como Instagram, muy utilizada en el B2C, por eso lo mejor es tener una cuenta personal y otra profesional». Conocer la 'otra vida' de los candidatos en redes sociales es muy valioso para los expertos en RRHH, pero en opinión de Durán, «bajo ningún concepto puede ser determinante, obviando otros aspectos que haya podido demostrar en el proceso de selección».
Los datos del paro en España en mayo muestran una caída del -1,77% frente al mes anterior. Aunque la tendencia parece ir a la baja, quedan más de 2,7 personas en edad activa sin trabajo. En un entorno cada vez más competitivo, la marca personal en redes sociales cobra relevancia dentro de la captación de talento, cuya escasez es algo que preocupa al 41% de las empresas, según un estudio de Factorial. «En procesos donde nos cuesta más encontrar candidatos, acudimos a las redes profesionales para proponer nuestro proyecto a candidatos que encajen con la oferta», afirma Gilabert. Por su parte, el portavoz de Robert Walters agrega que, a través de las redes, «se establece un primer contacto con profesionales, ya sea a través de la publicación de una oferta de empleo en la misma red social, o a través de referencias de un contacto en común».
La versión más responsable de nosotros, la que solemos crear en Linkedin, puede que no sea lo que atraiga al reclutador. En ocasiones, el talento se demuestra en foros menos serios, donde se puede ser creativo y convencer con hechos. La elección entre Linkedin o TikTok también lleva aparejada la brecha de edad. El 58,2% de los más jóvenes reconoce buscar trabajo a través de LinkedIn, mientras que los millennials tienen LinkedIn como opción predilecta con un 80,5%, según un estudio de Sodexo. «Redes como Instagram y TikTok se han convertido en una auténtica fuente de perfiles, sobre todo, para posiciones del ámbito creativo y visual», indica Durán. Las nuevas generaciones lo saben, pero eso apuestan por generar contenido: «Puedes mostrar lo que haces, cómo lo haces y convertir tus publicaciones en un portfolio», explica este experto.