Las farmacias extienden su compleja receta de digitalización

En los últimos años se ha avanzado mucho en la eficiencia. Por ejemplo, hay sistemas de robotización en muchos de sus almacenes, nuevos modelos de trazabilidad del medicamento y mayor integración de datos entre los sistemas médicos y farmacéuticos. «Adicionalmente, la digitalización está mejorando la atención a los pacientes, que sobre la base de un mayor conocimiento y el uso de datos reciben nuevos servicios en la farmacia, con modelos de ‘ehealth’ integrados para seguimiento de tratamientos y adherencia, sistemas promocionales más dinámicos, y la integración de los modelos físicos y digitales que permitan obtener lo mejor de ambos mundos», añaden.

Hay consenso en el sector al pensar que la farmacia digitalizada permite su integración en el modelo sanitario y aprovechar sus capacidades y cercanía al paciente. Complementa los servicios sanitarios del resto de los ámbitos de salud. Con ese objetivo han ido apareciendo distintos proyectos y surgen herramientas tecnológicas que facilitan y potencian los cambios.

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Por ejemplo, desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos han puesto en marcha la iniciativa «Mi Farmacia Asistencial», una herramienta que conecta a las farmacias adheridas y facilita al farmacéutico el registro de su intervención y la prestación de servicios. De esta forma, los farmacéuticos que lo utilizan pueden ofrecer a los pacientes (de forma protocolizada y homogénea) la posibilidad de mejorar el uso de los medicamentos y ayudar al seguimiento de los tratamientos, especialmente en pacientes polimedicados, con todas las garantías de protección de datos y confidencialidad.

En la actualidad más de 2.000 farmacéuticos de 36 provincias utilizan ya la plataforma, ofreciendo un servicio más profesional y personalizado. «El ciudadano tiene registrada toda su medicación, así como antecedentes, alergias o parámetros clínicos. Con ello se facilita la labor del farmacéutico optimizando el resultado de los tratamientos, desde cualquier farmacia que esté adherida», cuenta Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. «El objetivo es que en un futuro no lejano cualquier paciente pueda ir a cualquier farmacia de España y se le puedan ofrecer servicios farmacéuticos adaptados a su perfil», puntualiza.

«Los farmacéuticos españoles hemos sido pioneros en el uso de herramientas tecnológicas y de digitalización como, por ejemplo, la receta electrónica, hasta el punto de que en la actualidad el 99% de los 124 millones de recetas prescritas al año en la región son electrónicas», resalta Marta de Zarandieta Romero, secretaria del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).

Algunas de las herramientas asociadas a la receta electrónica, como la de bloqueo o anulación cautelar, están permitiendo mejorar no solo el control de los fármacos, sino también la comunicación con el médico para un uso más seguro de los medicamentos, al paralizar momentáneamente prescripciones dudosas y así evitar riesgos y problemas de salud a los pacientes relacionados con duplicidades, interacciones, prescripciones erróneas, etc. Además, como consecuencia de la pandemia y los confinamientos, «el contacto digital y telemático con otros profesionales, así como con los pacientes y usuarios también se vio reforzado», añade.

También existe consenso al hablar de los retos que tiene por delante el sector en esta materia y «uno de los más importantes es el de encontrar un modelo que permita extender los servicios profesionales farmacéuticos que las farmacias ofrecen ahora mismo in situ a sus pacientes mediante una digitalización de proximidad, que preserve la cercanía y el trato humano característico de los farmacéuticos combinándolo con las nuevas tecnologías», afirma la secretaria del COFM. Este es uno de los grandes proyectos en los que están trabajando desde este organismo. «No debemos olvidar que una gran parte de los pacientes y usuarios que visitan las farmacias son personas mayores que pueden ser aún víctimas de la brecha digital y tenemos que asegurarnos que los nuevos procesos tecnológicos no excluyen a nadie», indica Marta de Zarandieta Romero. Es por ello que se camina hacia un modelo profesional híbrido que facilite a los pacientes la posibilidad de relacionarse digitalmente con su farmacéutico «sin romper por completo la relación física y obteniendo por la vía digital un servicio de calidad similar», concluye.

El sector salud está sometido a una gran regulación en beneficio del paciente, con el fin de ofrecer las mayores garantías de calidad y seguridad. «Este hecho y la necesaria colaboración de instituciones públicas y privadas y de diversos ámbitos hace que no siempre los proyectos sean tan ágiles como deseásemos, pero a veces es necesario», recuerda Raquel Martínez. El presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Luis de Palacio, asegura que ese exceso de burocracia es el que «garantiza estándares y da garantías», pero por otro lado «es un freno a modernizar las cosas». Pone un claro ejemplo de algo que muchas personas se cuestionan. «¿Cómo seguimos cortando los cupones precinto para las recetas de la Seguridad Social? El exceso de regulación tiene estas cosas».

«Cuando ganamos eficiencia profesional, podemos ceder al paciente información, tener a mano el uso de los medicamentos, mirarla a los ojos, aconsejar…», señala Luis de Palacio. Y este avance de digitalización «nos permite a todos más seguridad». La secretaria general del Consejo General de Colegios Farmacéuticos habla de la Sanidad 5P (personalizada, predictiva, preventiva, participativa y poblacional). «Un reto que exige que todos los actores hablemos un mismo lenguaje que permita desarrollar soluciones compatibles; crear sobre lo ya construido», subraya. Hay claros avances como la receta pública electrónica interoperable, las recetas electrónicas del ámbito privado y concertado con las mutualidades o el Sistema Español de Verificación de Medicamentos para luchar contra cualquier tipo de falsificación o fraude «pero todavía podemos hacer mucho más y por eso presentamos nuestra Agenda Digital de la Farmacia que suma hasta 28 iniciativas».

El mundo emprendedor ha puesto también los ojos en el sector de la salud y han ido surgiendo distintas propuestas que están ayudando en el proceso de digitalización. Es el caso de Luda Partners, que entró en el mercado en 2017. «Es una red digital que permite a las farmacias encontrar medicamentos desabastecidos y aumentar sus ventas online», explica Luis Martín Lázaro, cofundador de la firma destinada solo a los farmacéuticos y profesionales sanitarios y no al consumidor final.

Cuando un paciente va a buscar un medicamento a una farmacia y ésta no lo tiene, la red identifica dónde lo puede encontrar. «Entre el 7 y el 10% que vas a una farmacia no te van a dar la medicina que necesitas, con receta, porque no la tienen. En nuestra red se registran 20.000 operaciones al mes. Gracia a nosotros todas estas personas pueden tener acceso a su medicamento», afirma el cofundador. Tienen registrados 340.000 productos y en la red ya participan 3.300 farmacias, y «cada mes entran otras 150», matiza Martín Lázaro. El objetivo es poder llegar entre el 80 y 90% de cobertura, en un mercado en el que existen 22.000 farmacias. «Nuestra solución es muy compleja tecnológicamente», matiza, poniendo en valor que «la salud mejora con la tecnología». En la parte de venta online de productos de parafarmacia, el cofundador de Luda Partners explica que esta plataforma identifica la farmacia más próxima al consumidor y hace la entrega en menos de una hora. Trabajan con ellos el 90% de los grandes laboratorios.