Cuerpo va al choque por la amenaza de Bruselas sobre la opa de BBVA: «No debería haber conflicto»

«Espero que no haya ningún tipo de conflicto. Estamos siendo muy respetuoso con el marco legal, con el marco doméstico, y no debería haber ningún tipo de conflicto», ha recalcado Cuerpo en una entrevista en la Cadena Ser. En este sentido, el ministro ha incidido en que «la normativa doméstica está alineada con la normativa europea» y es lo que están siguiendo al pie de la letra, dice.

Noticia Relacionada

El Gobierno decidirá la opa de BBVA: las claves de una intervención incierta

Daniel Caballero

Solo existe un precedente en la historia reciente en que se ha corregido la resolución de Competencia

El titular de Economía defiende que están siendo «escrupulosos y garantistas» con el procedimiento, rechazando así las amenazas vertidas desde Bruselas en pública. Llamó la atención ayer el pronunciamiento de la Comisión Europea ya que no suelen pronunciarse sobre operaciones concretas pero en este caso optaron por sí hacerlo y, además, sus palabras llegaron al gran público muy poco después de que el propio Cuerpo decidiera elevar la opa al Consejo de Ministros para intervenir en la operación modificando las condiciones fijadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Bruselas, incluso, le recordó al Gobierno español que las autoridades competentes ya se han pronunciado; estas son la CNMC y el Banco Central Europeo (BCE). Y en este sentido, la Comisión dijo que espera que el Ejecutivo vaya en consonancia con los pronunciamientos favorables de esas dos instituciones.

«La pronunciación de Bruselas tiene que venir respecto al alineamiento de nuestra normativa con la normativa europea. Seguimos al pie de la letra la normativa, y Bruselas es el garante de la protección de los Tratados. Tiene que ver si la normativa de los Estados miembros está alineada con la normativa europea. Creemos que nuestra normativa ya se puso a prueba en la intervención en la fase 3 en el pasado y está alineada con la normativa europea», ha añadido Cuerpo.

Más allá del ámbito legal, el ministro sí ha reconocido que podían discutir sobre «el fondo» de la cuestión de la opa en términos de cómo avanzar hacia la unión bancaria y la consolidación del sector en Europa para crear bancos más grandes y competir mejor a nivel internacional. Pero el ministro lo que ha hecho en este caso es llevarse el caso a su terreno para defender que entre los objetivos de política económica también está que el crédito siga fluyendo a las pymes y la protección del empleo.

De las palabras de Cuerpo se deduce que el Gobierno no tiene ninguna intención de dar marcha atrás con su intervención para torpedear la operación. En teoría, lo que podría hacer el Consejo de Ministros es suavizar, mantener o endurecer las condiciones fijadas por la CNMC. Y para ello dispone ahora de 30 días naturales.

El titular de Economía ha defendido que el concepto de «interés general» no se analiza en los exámenes que ya han realizado la CNMC o el BCE, que se dedican a la competencia y la estabilidad financiera. Por ello considera fundamental que el Gobierno vele por su protección.

Es en ese concepto tan amplio en el que se mueve el Ejecutivo de Pedro Sánchez y el ministro ha dado alguna pincelada de por dónde podrían atacar. Ha destacado la protección de la inclusión financiera, con el mantenimiento de una red bancaria a nivel rural; también la protección del empleo; y ser capaces de proveer de crédito a las pymes, que es uno de los temas que han sido más polémicos en esta opa por la presión del propio Banco Sabadell.

Sobre el pilar del mundo rural ha girado buena parte de la intervención. «Vamos a hacer una valoración muy aterrizada y en línea con la ley, siendo siempre proporcionales en las condiciones, si es que se imponen, para proteger los intereses generales», ha indicado, para añadir que tendrán en consideración «la cercanía de los bancos regionales con el tejido productivo».

Banco Sabadell es una entidad entre mediana y grande en España con unas características particulares. Tiene mucha presencia en el negocio de pymes y cuenta con mucho arraigo y vinculación en ciertos territorios como Cataluña, Comunidad Valenciana o Baleares. Ese es un punto fuerte que Carlos Cuerpo cree que hay que proteger.

Cuerpo ha puesto de ejemplo la importancia que tuvieron entidades como el Sabadell, no tan grandes y más territoriales, durante el Covid. «La presencia de este tipo de bancos, que no son centralizados o grandes sino aterrizados en el territorio, con mejor conocimiento de cliente, mejor conocimiento del riesgo, fueron capaces de mantener esa línea de supervivencia a esas empresas, que han sobrevivido gracias a esa presencia sobre el terreno», ha señalado.

Es por ello que el ministro defiende que «la diversificación es un activo» en el sentido de que hay que tener bancos grandes, pero también «medianos y pequeños que estén más aterrizados en el territorio. Tenemos que mirar por ese interés general».

Asimismo, ha echado la vista todavía más atrás, a la década anterior, para recordar que los bancos que han permanecido en las pequeñas poblaciones rurales son «las cooperativas, las cajas o pequeños bancos regionales» que tienen más vinculación y objetivos sociales ya que, en esos casos, «la rentabilidad no es lo único que hay sobre la mesa. Es el caso de Abanca en Galicia».

«Tenemos que aterrizar eso. Queremos proteger ese interés general. Y la presencia de estas entidades protege la actividad económica en esos municipios donde se mantienen y, por tanto, el desarrollo económico y el empleo», ha hecho hincapié Cuerpo.

Otro miembro del Gobierno, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, también se ha pronunciado sobre esa amenaza de Bruselas a España a cuenta de la opa de BBVA. Este ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que «sea firme» en su reunión de este miércoles con la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, respecto a la operación, según recoge Ep.

«Parece que la Comisión Europea ha olvidado las lecciones de la crisi financiera: que las grandes concentraciones bancarias generan grandísimos riesgos para la economía. Y parece que la Comisión lo ha olvidado», ha subrayado el portavoz parlamentario.