Esperando el próximo ataque
Para saber si la última cumbre de Bruselas ha servido para salvar al euro los expertos aconsejan esperar al próximo ataque de los mercados de la deuda
Esperando el próximo ataque
Para saber si la última cumbre de Bruselas ha servido para salvar al euro , los expertos aconsejan esperar al próximo ataque de los mercados de la deuda.
Por ahora, las primeras reacciones han sido positivas , casi eufóricas, pero algunos economistas, ... como el belga Paul de Grauwe, de la London School of Economics recuerdan que si bien los mecanismos de los que dispone la zona euro para sostener la deuda de los países en dificultades (el actual FEEF y el futuro MEDE) han sido autorizados a actuar de forma más flexible, sus capacidades están muy lejos de poder afrontar una situación límite: «El MEDE en el mejor de los casos tiene una capacidad real de 500.000 millones de euros , mientras que la deuda italiana anda por los 1.900.000 millones y la española 700.000 millones. Es evidente que no tiene suficiente munición para estabilizar los mercados si se produce un nuevo movimiento de pánico».
Eso, sin tener en cuenta que para poner en marcha una operación de compra de deuda hace falta la unanimidad . Por ahora, el mensaje político de la cumbre ha sido esencialmente el correcto, aunque falta ver en qué se traduce cuando llegue el momento de tomar decisiones concretas.
Hay miembros de la delegación española que aseguran que «algunos países todavía no han comprendido que no se trata de un problema español aislado , sino que el objetivo de los ataques es el euro», pero los que esperaban una prueba de un compromiso general con la moneda única se han quedado satisfechos, al menos antes de empezar a leer la letra pequeña.
La nueva responsabilidad
Con la ratificación en el Bundestag del Pacto Fiscal y del MEDE, Merkel ha logrado también ganar una batalla política dentro y fuera de Alemania. Dentro porque se ha confirmado que las supuestas disidencias dentro de su coalición de Gobierno son irrelevantes mientras que el apoyo macizo de la oposición socialdemócrata permite pensar que tiene margen para volver a Bruselas y apoyar medidas que vayan claramente hacia una mayor integración económica.
El gran cambio para muchos observadores ha sido el de la posición Francesa , a la que se atribuía insistentemente una alergia hacia cualquier eventual cesión de soberanía, hasta el punto que se decía que Alemania se aprovechaba de esa presunción para camuflar sus propias vacilaciones, y que en manos de Francois Hollande ha roto este tabú: habrá unión bancaria y en ella Francia depositará el papel de supervisión del Estado, lo que es el primer paso hacia la supervisión presupuestaria.
Y, finalmente, todo el peso de la nueva responsabilidad cae ahora en manos del Banco Central Europeo , no solo porque su presidente, Mario Draghi, participó directamente en la redacción del acuerdo de la zona euro, sino porque es la única institución que gana claramente competencias y margen de maniobra.
El BCE debe acabar el trabajo (que en la reunión de la madrugada del viernes no acabó de cerrarse) para hacerse con el control de los bancos intervenidos y debe además ser capaz de apropiarse del propio MEDE, en lugar de ser su mero agente comercial. «Si España e Italia no logran salir de la recesión hay que hacer algo para poner un techo a los tipos de interés» dice De Grauwe en una entrevista que publica el diario «Le Soir». «Y si el BCE no quiere hacerlo, entonces los fondos de rescate no podrán lograrlo y la zona euro no podrá salir de la crisis».
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