Mario Draghi entra en acción
Monti lanzó el órdago de que no firmaría el pacto por el crecimiento si no se solucionaba el problema de la deuda; después, el presidente del BCE fue clave en la negociación
enrique serbeto
Ccuando el primer ministro italiano Mario Monti se levantó, después de que lo hiciera Mariano Rajoy , para decir que a pesar de estar de acuerdo con el Pacto por el Crecimiento no autorizaba al presidente del Consejo a anunciarlo ... hasta que no se aceptasen sus exigencias de tomar medidas inmediatas sobre la deuda, llovieron sobre ambos las críticas de la primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt, que veía peligrar la última cumbre de su presidencia, y de casi todos los demás miembros del Consejo.
Rajoy y Monti fueron acusados de «secuestrar la reunión » pero ambos tenían miedo de que si se mantenía el horario previsto, las prisas de la canciller Merkel por volver a Berlín podrían dejar a la cumbre sin contenidos. Desde las siete de la tarde hasta las once de la noche del jueves toda la discusión era si debía proseguir la reunión como estaba previsto o si debían transformarla en una cumbre de la zona euro, para hacer caso a España e Italia.
Con todo el retraso acumulado y con el partido de fútbol entre Alemania e Italia rondando en la cabeza de muchos de los reunidos ( el primer ministro búlgaro Victor Borissov había anunciado en su twitter que era lo único que le interesaba), el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, tomó la decisión de suspender la cumbre para empezar a discutir las exigencias de los dos países. «Cuando presides una reunión como esta tienes que valorar si suspender la negociación hasta mañana puede hacer que el proceso sea más fácil o más complicado», en palabras de un diplomático que asistió a la reunión y que describió las discusiones -hasta diez encuentros cara a cara- entre la alemana Angela Merkel y Monti como «apasionadas, pero profesionales».
Y la parte más profesional de las negociaciones es en la que participó activa y personalmente el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que introdujo cuidadosamente algunos detalles que en su día pueden cambiar el papel del banco emisor en la crisis de la deuda, una de las claves a seguir a corto y medio plazo.
Pero con solo tres horas de sueño para muchos líderes, el octogenario presidente de Grecia Karolos Papulias incluido, los miembros del Consejo todavía no han tenido ni tiempo para pensar en ello.
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