El Gobierno da luz verde a la privatización de un 49% de AENA

Con este fin, se licitará un 21% entre un «núcleo estable» de inversores, mientras que el 28% restante del capital se colocará en el mercado mediante una salida a Bolsa (OPV). Pastor anunció que el próximo mes se publicará el nuevo marco regulatorio (DORA), que permitirá revisar cada cinco años los niveles de calidad del servicio y determinará el marco tarifario, en octubre se registrará el folleto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El proceso culminará en noviembre, cuando se fijará el precio final de la oferta y la sociedad comenzará a cotizar en el selectivo español.

Pastor hizo hincapié en que el modelo propuesto por el Ejecutivo cuenta con el «visto bueno del consejo consultivo de privatizaciones» y que no será necesario ningún cambio normativo para llevar a cabo la entrada de capital privado en AENA, ya que un real decreto aprobado por el Gobierno anterior ya preveía la colocación de hasta un 49% del capital del operador.

El proceso de AENA, que fue interrumpido en la pasada legislatura, recibió definitivamente luz verde por parte del consejo de ministros, después de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, presentara hoy un plan para limitar al 49% la privatización, frente a las propuestas anteriores. La operación, que en principio estaba diseñada para ejecutarse durante el año pasado, fue demorándose, al no ponerse de acuerdo el Ejecutivo sobre el porcentaje que debía representar el capital privado.

La dirección del operador aeroportuario defendía la colocación de un 51%, frente al 49% propuesto inicialmente, lo que habría generado un mayor atractivo de cara a su venta a socios internacionales, pero que, a cambio, le obligaría a perder el control de la sociedad. Existía también una tercera vía, una colocación más conservadora, del 30%, algo que habría facilitado su aceptación por parte de sindicatos y las comunidades autónomas, reacias a perder el control de sus aeropuertos.

Tales fueron las divergencias que el propio secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, reconoció que para el Gobierno no era necesario hacer efectiva la medida . El pasado mes de marzo, se mostró tajante en un encuentro con los medios de comunicación: «AENA no tiene que ser necesariamente privatizada sí o sí», explicó el número dos Fomento, y recordó que el Ejecutivo no pretende «hacer caja la privatización» y que esta, en todo caso, tendría un impacto «insignificante» en las cuentas públicas.

Mientras tanto, en los últimos años la sociedad dependiente del Ministerio de Fomento ha aplicado un profundo plan de transformación, tanto para ahorrar costes como para aumentar los ingresos de explotación, que se ha materializado en una sustancial mejora de los resultados . El año pasado logró un beneficio de 715 millones de euros en 2013, cifra muy alejada de los números rojos de 69 millones que registró durante el ejercicio anterior. La deuda, uno de los tradiciones puntos débiles del operador, se redujo hasta los 11.394 millones de euros a finales de 2013, lo que permitió que el ratio de endeudamiento representara la mitad que solo dos años antes, de 14 a siete veces el resultado bruto de explotación.