Badosa y la exigencia interna y externa en el tenis: «No es casualidad que la gente sufra por cosas que no están en su mano»

«Estoy haciendo lo que está en mi mano. Trabajamos para sentirme bien. Dolor cero es muy difícil. Si me permite entrar a la pista y competir ya he ganado. Estuve con unas inyecciones de cortisona y seguiré si eso me permite alargar mi carrera. Cuando me viene un dolor es un palo. He entrado muchas veces a entrenar y solo he durado diez o veinte minutos. Esos son palos duros. Pero luego desconectaba y lo llevaba mejor. Estoy trabajando mucho la parte mental, porque estos once meses de sentir molestias han sido muy duros», explicaba.

Aunque asegura que desde Miami, los dolores son «bastante controlados», el problema es que tanto parón hace que el cuerpo explote «por un sitio u otro». En Stuttgart, la lesión llegó en el muslo.

No solo es la pesadilla de las lesiones lo que sufren los tenistas. Badosa recuerda a su amiga Garbiñe Muguruza y su retirada, antes de explicar que hay muchas cosas que pesan en la vida del tenista. «Para mí Garbiñe significa mucho. Yo tenía 16 años y ella ya era top ten, ya la veía ganar Grand Slams. Marcó una época y también empezó un estilo de tenis muy moderno, agresivo, en el que me veía reflejada. Los últimos años hemos compartido mucho y tenemos una relación buena. Me da mucha pena que no siga porque es joven, pero se merece ser feliz y cualquier decisión que tome hay que respetarla. Me hubiese ganando compartir más momentos juntas, como unos Juegos».

Sobre la realidad que no se ve del tenis, del que solo aparecen las portadas cuando alguien gana o alguien se retira por lesión, pero sin dar más información de otras lesiones que no se ven, reflexionó en voz alta: «Es muy intenso. Competimos muchísimo, cada semana, con cada vez nivel más alto, desgaste físico. En esta generación es incluso más difícil de llevar porque también llega otra presión por las redes sociales, y estás mucho más expuesto a lo que se diga. No es casualidad que la gente sufra por cosas que no están en su mano. Eso perjudica también mucho».

También su amiga Aryna Sabalenka, que tuvo palabras de cariño hacia ella («Es una persona genial. Cuando conoces a alguien que parece un alma gemela es genial. Espero que vuelva al top, que ya no sufra con las lesiones. Estoy aquí para lo que necesite. Está bien que no sea mi primera rival en este estadio. Espero que lo haga muy bien aquí») subraya esta tendencia a que, mientras unos alargan su carrera, otros prefieren tomar otros caminos fuera de la pista a pesar de que, por edad, podrían seguir.

«Hay muchísima presión, desde las redes sociales, y de otras partes. Y es difícil lidiar con si no se maneja bien. No me veo jugando hasta los cuarenta sin ver la vida que hay fuera del tenis. Creo que es muy bueno que la gente pueda ver una imagen total de todo y darse cuenta de que, vale, esto es suficiente para mí, ahora vamos a ver qué hay fuera del tenis, familia y centrarse en otras cosas en lugar de volverse loco solo con una parte. No veo nada malo en este tipo de decisiones. Está comenzando sus treinta años, también incluso podría volver a jugar».