Desde el sorteo de este lunes, Nadal conoce quiénes serán los rivales que medirán su estado de forma física y mental en Madrid. Y de primeras, el cinco veces campeón en estas pistas se enfrentará con Darwin Blanch, un zurdo estadounidense con mucho talento estadounidense de 16 años que ha dejado muy buena huella en la categoría júnior.
Blanch, que ha recibido una invitación de IMG para participar en este torneo, es el 1.028 del mundo. Nació en Florida (Estados Unidos), aunque su padre es español y por el trabajo del progenitor, alto cargo de Coca-Cola destinado en Tailandia, la formación tenística del hijo estuvo marcada por Argentina y también España.
Comenzó a jugar al tenis con sus tres hermanos y con entrenadores argentinos, y el desarrollo de sus carreras los llevaron a trasladarse a Buenos Aires. Abrió el camino su hermano Ulises, que ahora tiene 25 años, y que llegó a ser semifinalista en Wimbledon júnior, y un año más tarde recalaron Dali, Kristal y Darwin, que comenzó a entrenarse con Daniel García y a triunfar en torneos de categorías infantiles.
Darwin saltó después a Australia y de vuelta a Tailandia, hasta que el último viaje lo llevó a Manacor primero, donde se entrenó en la academia del propio Nadal, y a Villena después, donde comparte espacio y entrenamientos con Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero. «Es una locura poder entrenar con alguien como Carlos Alcaraz», confesaba Blanch en una entrevista en ITF. «Es una bendición porque no es normal entrenar regularmente con el número 1 del mundo y realmente ayuda. Él me da consejos y los considero mucho».
Mientras Nadal ya había ganado tres Roland Garros, entre otras cosas, antes de que Blanch naciera, este jugó su primer partido de un Masters 1.000 ATP el pasado marzo en Miami.
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