petrodólares en el deporte
El rugby tradicional se rebela contra la Superliga, el último mordisco del dinero árabe
R360 es un proyecto elitista y cerrado, cuyos clubes deben inscribirse en la federación de los Emiratos
Ocho de los grandes países de este deporte amenazan con vetar para sus selecciones a los jugadores que participen
Hacia un ciclismo con entradas de pago
Jugadores
Como sucedió antes en otros deportes, es un proyecto del que se van conociendo detalles a cuentagotas. Con toda la intención, sus promotores fomentan así el misterio y el consiguiente interés. Se sabe su nombre, Rugby 360 —R360—, y su razón de ser: ganar dinero. ¿ ... Cómo? Creando una Liga de rugby elitista y cerrada cuyo peculiar sistema de competición mezcla ingredientes de los modelos de Fórmula 1, LIV Golf y NBA, entre otros.
En realidad, el espejo en el que se mira la R360 es la Premier League de críquet de India (IPL), que se ha convertido en una de las ligas más valiosas y rentables del mundo en apenas dos décadas de existencia. Creada en 2008, adoptó un sistema de franquicias. Es decir, buscaron empresarios que quisieran impulsar la existencia de diez equipos con sedes en otras tantas ciudades del país. En su primera temporada, la IPL acumuló una audiencia total de mil millones y generó 100 millones de euros en ingresos, superando con creces al torneo de críquet tradicional existente.
El proyecto de la R360, conocido hace apenas tres meses, aboga por un sistema similar de franquicias alrededor del mundo. Según la información publicada recientemente por 'The Sydney Morning Herald', periódico australiano, país donde el rugby es deporte principal, la idea es que el nuevo torneo suba el telón en octubre de 2026 con seis equipos masculinos y cuatro femeninos.
En 2027, la R360 masculina aumentará hasta ocho equipos y se desarrollaría entre abril y septiembre, justo antes del comienzo de la Copa Mundial de selecciones que se celebrará en Australia (1 de octubre al 13 de noviembre).
Según el diario oceánico, las ciudades sedes serían Londres, Miami, Tokio, Dubái, Boston, Ciudad del Cabo, Lisboa y Madrid, pero todos los equipos se registrarán en la Federación de Rugby de los Emiratos Árabes Unidos.
El capital árabe, cómo no, está involucrado en un plan organizado hasta ahora desde Inglaterra y liderado por Mike Tindall, histórico jugador y excapitán de la selección inglesa. Junto a él, Stuart Hooper, también exjugador y actualmente directivo del club Bath, Mark Spoors, ejecutivo de Wasserman, agencia de marketing deportivo, y John Loffhagen, exabogado de LIV Golf, la Superliga que, patrocinada por Arabia Saudí, desafió en 2022 al tradicional circuito de la PGA.
De la financiación se ocupa Oakvale Capital, importante entidad financiera londinense especializada en captación de grandes inversores para proyectos deportivos. Además del dinero árabe, empresarios y fondos ingleses y estadounidenses estarían interesados. De hecho, cuando se desveló la existencia de este proyecto, uno de los datos ofrecidos cifra en 160 el número de jugadores masculinos que ya habrían dado el sí a participar en la nueva competición.
Evidentemente, la base sobre la que se sustenta la R360 es la captación de las grandes estrellas del rugby. Para ello, además de elevados sueldos, serán dueños de sus derechos de imagen y podrán elegir el país de residencia sin obligarles a hacerlo el la ubicación de su franquicia.
En ese sentido, los 12 clubes de la R360 serán de nueva creación y las plantillas se formarán mediante un draft al estilo NBA previsto en el mes de julio y en que se asignarán equipos a los jugadores.
El calendario de la R360 respetará las ventanas previstas para la disputa de partidos internacionales y, por supuesto, todos los que participen en el nuevo torneo podrán acudir a la llamada de sus selecciones nacionales... salvo que sean vetados.
Y es que la R360 se ha encontrado con la oposición del rugby tradicional, donde es considerada la «Liga rebelde». En consecuencia, «rebeldes» quienes se unan a ella. Así, este martes las federaciones de Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Irlanda, Inglaterra, Escocia, Francia e Italia, ocho de las principales naciones de este deporte, publicaron un comunicado conjunto con una seria advertencia.
«Instamos a que los jugadores que estén considerando unirse a la R360 Tengan mucho cuidado —reza el texto—. Todos damos la bienvenida a las nuevas inversiones y la innovación en el rugby ; y apoyamos las ideas que pueden ayudar a que el juego evolucione y llegue a nuevos públicos; pero cualquier nueva competición debe fortalecer el deporte en su conjunto, no fragmentarlo ni debilitarlo».
«El modelo R360 parece más bien diseñado para generar ganancias y devolverlas a una élite muy pequeña, socavando potencialmente la inversión que las federaciones nacionales y las ligas existentes hacen en el rugby comunitario, el desarrollo de los jugadores y las vías de participación», añaden.
Video.
Y la nota concluye con un duro aviso: «Este proyecto podría ser enormemente perjudicial para la salud de nuestro deporte y, por tanto, cada una de las federaciones nacionales informará a los jugadores masculinos y femeninos que la participación en R360 los haría inelegibles para la selección».
Los promotores de la pretendida Superliga respondieron con otro comunicado: «No siempre es fácil aprovechar nuevas oportunidades, pero es esencial para el crecimiento de cualquier deporte. El bienestar de los jugadores es una de nuestras razones clave y la idea es crear un calendario inclusivo. Si los jugadores quieren representar a su país, deberían tener esa oportunidad. ¿Por qué las federaciones se lo impedirían?»