Sonrisas y lágrimas en el Bernabéu: goleada al Villarreal y grave lesión de Alaba

La goleada del Madrid al Villarreal fue la mejor noticia de una noche con una nueva fatalidad para la enfermería del Real Madrid. Mediada la primera mitad, Alaba se fue al vestuario ayudado por dos miembros del cuerpo médico, sin apoyar su pierna izquierda y tras un escalofrío que recorrió el Bernabéu de un fondo a otro.

El austriaco fue a la disputa de un balón con Gerard, con tan mala suerte que acabó doblándose la rodilla de su pierna izquierda a la vez que echaba el peso de su cuerpo hacia adelante. Nada más caer al suelo, su cara desencajada y su estado inmóvil señalaba la importancia del percance. Algo que confirmó la primera exploración. Otro cruzado roto, como con Courtois y Militao.

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Alaba no fue el único lesionado. En el Villarreal, Baena se marchó llorando a la ducha siete minutos antes que lo hiciera el madridista. En el minuto 10, recibió un pisotón en el empeine de Lucas, que consumó su mejor partido de la temporada, y desde ahí ya no levantó cabeza. Mal Marcelino, que lo mantuvo en el campo a pesar de estar medio cojo. Peor el jugador, al no pedir antes el cambio. Lo hizo justo después de que Bellingham abriera el marcador. Doble irresponsabilidad.

Era el gol número 13 en Liga, decimoséptimo en total, del inglés. Bellingham atacó el espacio entre Capoué y Reynaldos, se colgó de la cubierta del Bernabéu y homenajeó a Santillana picándola al césped. ¡Hey, Jude!

En el 37, Rodrygo duplicó la distancia, aunque con un minuto de intriga. El asistente anuló su remate por fuera de juego. El VAR le corrigió. Sí lo estaba en el primer remate de Rudiger, a córner de Kroos. El cabezazo del alemán golpeó en la espalda de Albiol y el balón cayó en la pierna derecha de Lucas, que con un toquecito involuntario se asoció con el brasileño antes de que el '11' hiciera el segundo. Ahí, Pedraza ya rompía claramente la posición antirreglamentaria. 2-0

El parte de guerra continuó en el mismo descanso, con Mendy sustituido por molestias en su pierna derecha. Otra lesión, la tercera de la temporada y la defensa titular del Madrid al completo de baja. Nefastas noticias que no eran mucho mejores en el Villarreal. Gerard Moreno tampoco disputó la segunda mitad por una lesión en el sóleo.

En su lugar entró Sorloth, que junto a Terrats, sustituto de Baena, activaron a los de Marcelino. Morales, tras recibir un pase filtrado del canterano, batió a Lunin en el 58. Error de Nacho, despistado en la marca.

El 2-1 le recordó al Madrid que delante tenía un equipo con el suficiente talento como para complicarle la vida si ibas a probarte el traje sin haberte tomado antes las medidas. Lo entendió a la perfección Brahim, que en el 64 encargó dos nuevas cinturas. La primera, a Mandi. La segunda, a Cuenca. Entre ambas filigranas, eslalon de 50 metros. Y definición con la derecha. 3-1.

Cuatro minutos después, Modric se unió a la fiesta. Regalo de Capoué en la salida de balón, penalti a Rodrygo de Cuenca, Figueroa deja seguir y Luka aprovecha el desconcierto para hacer el cuarto con su pierna izquierda.

El triunfo ante el Villarreal, además de agrandar el colchón, consumó el relevo definitivo en la portería. Kepa, que llegó tras la lesión de Courtois y la falta de confianza en Lunin, con pie y medio fuera del club el pasado verano, ha perdido su silla, como el que va a Sevilla.

A Vitoria, y no a la capital andaluza, irá el jueves el Madrid, para cerrar el 2023 y una brillante primera mitad de la temporada manchada por las muchas y graves lesiones. Sonrisas y lágrimas en el Bernabéu.