Mbappé, el velocista del metatarso

De entre las mediciones que se han llevado a cabo en el fútbol europeo destacan los 38 kilómetros por hora que se le registraron a Mbappé en el transcurso de un encuentro de la liga gala entre el PSG y el Mónaco. Se trata de una velocidad importante de lanzado y más teniendo en cuenta que los futbolistas no corren con zapatillas de clavos de última tecnología ni lo hacen sobre las rápidas superficies de tartán existentes hoy en día para el atletismo. Aun así, esa velocidad medida de Mbappé queda lejos de los 44,720 kilómetros por hora (recorrió 20 metros en sólo 1,61 segundos) que registró Usain Bolt en su récord mundial de 100 metros lisos, hace ya 16 años.

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Josep Carbonell es una de las grandes leyendas del atletismo español. El velocista de San Felíu de Codinas, seis veces campeón de España, sigue con curiosidad las evoluciones de Mbappé en el campo, donde ya encabeza la tabla de goleadores en la nueva Liga con tres tantos, los mismos que suma Tajon Buchanan (Villarreal). «Para mí es, sin duda, el futbolista mejor dotado físicamente de la Liga y uno de los mejores del mundo. Yo destacaría su velocidad explosiva, su agilidad, su potencia de piernas y su gran capacidad para el cambio de ritmo. Me llama mucho la atención su gran elasticidad».

El doctor Luis Serratosa, médico deportivo en el Hospital Quirón, explica a ABC que Mbappé «posee dos cualidades tremendas en un velocista. Por un lado, es capaz de desplegar una gran arrancada partiendo de parado. Y, por otro lado, consigue una alta velocidad punta y es capaz de mantenerla».

Los entrenadores de atletismo también siguen con mucha atención al delantero madridista. Uno de ellos, Joan Lloveras, destaca que «es muy explosivo. Los cuatro primeros apoyos que hace son de mucha potencia, por su musculatura. En el fútbol lo más importante no es realmente la velocidad, son los primeros apoyos. Esto me recuerda a cuando los lanzadores retan a los velocistas, en los entrenamientos de atletismo y les ganan en sprints de 10 metros. ¿Por qué? Porque eso no es velocidad, es potencia y explosividad. Son cuatro pasos. Y en eso Mbappé es muy bueno. El fútbol, hoy en día, se reduce a diez metros, porque no hay espacios. Y por eso cada vez son más importantes los entrenamientos de fuerza, es decir, las pesas y los multisaltos».

Carbonell subraya otra de las habilidades especiales de Mbappé: «Cuando va en carrera, el contacto del pie de Mbappé en el suelo, es a través del metatarso, por lo que facilita mucho la velocidad. A diferencia de Pedri, y en realidad de la mayoría de los futbolistas, que suelen correr apoyando toda la planta del pie, utilizando fuerza de piernas en vez de usar la fuerza elástica. Y cuando se usa la fuerza de piernas, eso repercute negativamente en la economía y esfuerzo del jugador a lo largo del partido».

Serratosa trabajó a fondo en el Real Madrid con otros dos grandes velocistas. «Los futbolistas más rápidos con los que yo he trabajado han sido, sin duda, Cristiano y 'Ronie' (Ronaldo Nazario). Los dos tenían una velocidad espectacular y es difícil decantarse por uno de ellos y decidir quién era el más veloz de los dos. Sí recuerdo que con 'Ronie' hicimos muchos tests con la supervisión de Javier Miñano, el que era preparador físico en aquellos tiempos. Ronaldo Nazario tenía una velocidad impresionante».

«Con Cristiano no se hacían tests de velocidad -reconoce el doctor Serratosa- pero impactaba por su rapidez. Y es impresionante lo que está durando a un nivel altísimo de juego. Quizá también destacaría a Di María. No era realmente el más rápido en cuanto a velocidad de lanzado, pero la verdad es que el argentino era un tipo supereléctrico. Porque una cosa es la velocidad pura, la carrera, pero otra es velocidad de movimientos, no en cuanto a velocidad punta sino en lo que es velocidad de reacción y en los cambios de dirección».

Mbappé, en opinión de los expertos, aún podría mejorar su técnica de carrera. El velocista barcelonés Carbonell explica que «cuando corre con el balón debería llevar los brazos paralelos a la dirección de la trayectoria. Mbappé suele cruzar los brazos por delante del tronco y eso causa un balanceo innecesario y contraproducente. Éste es un defecto muy extendido en los futbolistas, y es una pena, porque, en carrera, todos los vectores relacionados con los distintos miembros del cuerpo deben ir en la misma dirección».

En ocasiones un futbolista puede cambiar el rendimiento de todo un equipo. El doctor Serratosa recuerda un caso llamativo. Sucedió en 2006, cuando en el Real Madrid midieron por vez primera la velocidad de los jugadores. Al acabar la temporada se encontraron con un dato que sorprendió a todos. «Vimos que cuando el equipo tenía más tiempo en alta intensidad, es decir a más de 14 km/h, lograba los mejores resultados. Profundizamos un poco más y nos impactó un dato mucho más específico. Ganábamos los partidos cuando coincidía que en las gráficas había un jugador que había corrido mucho tiempo a intensidad sprint, o sea a más de 21 km/h. Cuando fuimos a analizar las gráficas nos llamó la atención comprobar quién era ese jugador. Era Robinho».