Betis 1-1 Real Madrid
Lunin y Bellingham sacan un punto para el Madrid en el Benito Villamarín
Una gran actuación del ucraniano, que se asienta en la titularidad, evita la victoria del Betis ante un Madrid muy fatigado en el tramo final
Los blancos se adelantaron gracias a un gran gol de Bellingham, que junto a Rodrygo lideraron a los blancos. Un misil de Ruibal empató el partido
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Ruibal y Bellingham, los dos autores de los goles
Para ser un buen profesional es obligatorio ser buena persona, pero no es el único requisito. También hay que ser valiente. Y tener mala memoria. Que se lo digan a Ancelotti, que ha pasado de ponerle la cruz a Lunin y pedirle al ... club su venta, tras el 4-2 del pasado abril en Girona, a darle la titularidad en lugar de Kepa, el guardameta que vino a suplir a Courtois. El segundo ratón siempre se lleva el queso.
El realizador, astuto, enchufaba a Arrizabalaga cuando este ocupaba su lugar en el banquillo. También le dedicó un primer plano tras un paradón del ucraniano a disparo de Ayoze, ya superado el minuto 30. Fue, junto a Bellingham y las incursiones de Rodrygo, el sostén de un Madrid que salió vivo del Benito Villamarín. Partido de más a menos que el Betis tuvo en su mano en un cabezazo de Isco, en el 90, al palo, y otro de Chadi Riad, en el 96, despejado por los dedos de gigante de Lunin.
La relevante novedad en la portería de Carletto no vino sola. Tras su lesión muscular, Modric regresaba y lo hacía de segundo delantero, junto a Rodrygo. Variación táctica de Ancelotti para liberar al croata de esfuerzos defensivos y poblar un centro del campo que en ocasiones era de seis jugadores, con el propio Luka y el brasileño interactuando en zonas interiores.
Fue una primera media hora bonita del Madrid, pero inocua. Sin tiros a portería, excepto el disparo a la red de Brahim en el 16, anulado por claro fuera de juego de Rodrygo, asistente del malagueño. Solo Modric y Rudiger, ya casi al final de la primera mitad, testaron los guantes de Rui Silva, que se había quitado de en medio el 50% de trabajo sin encender el ordenador.
En el Betis, un interesante listado de ¡uys! Remate en semifallo de Isco, interceptado por el cuerpo de Rudiger; disparo centrado de Roca, blocado sin dificultad por Lunin; control, giro y disparo fuera de palos desde la frontal del área de Willian José; y la clara ocasión mencionada de Ayoze, precedida de zancadilla del tinerfeño sobre Mendy. Soto Grado, y su asistente, habían ido a por pipas.
Empate al descanso, como en el duelo de canas entre Pellegrini y Ancelotti.
Tras la reanudación, Carletto masticaba chicles con más ahínco que de costumbre, preocupado por el partido descendente de su equipo. A Lunin le tocó hacer otra parada de gol. En el 50, exterior al espacio de Ayoze, llegada de Isco y el toquecito del exmadridista lo detuvo el pie izquierdo del ucranio, rápido en la salida y achique de espacios. Otra acción determinante de Lunin, que también dio un recital de salidas por alto en los centros laterales del Betis. Para meterse en el fango hay que ensuciarse los zapatos. Lo tiene complicado Kepa.
Golazo de Bellingham
A la ocasión de Isco y el buen juego de los andaluces, respondió un destello doble del Madrid. En el 53, Brahim, con la derecha y con rosquita, le puso una asistencia con vuelo a Bellingham, que detuvo el tiempo con su control de pecho y disparó a la jaula de Rui Silva, que no llevaba sotana. Gol con caño. Con 20 añitos, el inglés tiene una licenciatura en desmarques y un doctorado en ataque de espacios. y el pulso no le sube de cuarenta cuando tiene delante la portería. ¡Hey Jude!
El 0-1 trajo de vuelta al Madrid del inicio del partido, pero duró exactamente trece minutos. Lo que tardó Ruibal en romper el muro de Lunin. Castañazo desde el vértice del área a la oreja derecha de la portería blanca. Imparable para cualquier portero del mundo.
Desde ese minuto 66, el 1-1 sacó la mejor versión de Isco y fundió las pocas fuerzas de un Madrid que juega sin red, con tantos lesionados. Además, los cambios, igual que mejoraron al Betis no hicieron lo propio con el Madrid.
Solo Joselu, que la tuvo en un disparo mordido con su pierna izquierda, revitalizó las pocas energías de un equipo que no supo aprovecharse en todos el partido de las mil y una internadas de Rodrygo por su banda. Son los daños colaterales de no tener un '9'. Un punto, y gracias, en el Villamarín. El Betis, quizás, mereció dos más. Partidazo en Sevilla.
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