Esbozos y rasguños
Problemas estomacales
«Reconocer lo que no sabes es el amanecer del conocimiento, dice Charlie Munger. Ayer Brahim sabía que no sabía cómo estaba. Y se hizo a un lado. Eso podría ser algo: el amanecer de una carrera (y el fin de una colitis)»
Hágame saber cualquier cambio en su estado
Poco después de ser anunciado de la partida ante el Cádiz, Brahim se caía a última hora del once aquejado de unos problemas estomacales. Para un jugador del equipo que no sufre el letal virus FIFA, ya se encarga una fulminante colitis de apartarlo. El ... Madrid monta un circo esta temporada y le crecen los enanos (o cae lesionado alguno por una fascitis plantar). Siempre me ha llamado la atención cuando los futbolistas no pueden jugar por contratiempos intestinales. Toda la vida he sospechado que esas gastroenteritis repentinas solían ser un cajón de sastre donde se metían otro tipo de realidades médicas que, por lo que fuera, no interesaba demasiado que salieran a la luz. Dame una teoría de la conspiración y moveré el mundo. No quisiera uno ponerse demasiado escatológico, pero cómo tendría que encontrarse Brahim para no jugar un partido como el de este domingo, sabiendo que Vinicius no estaba y que Rodrygo andaba tocado. No olvidemos que hace nada Brahim jugó varios partidos con el hombro hecho un ocho, lo mismo que luego tumbó a Bellingham. Imaginen el cuadro.
Supongo que, puesto en perspectiva, también podría interpretarse esto como un ejercicio de responsabilidad; anteponer el interés del equipo a tus deseos personales. Siempre pongo el ejemplo de un exmadridista: Sami Khedira. Durante el calentamiento previo a la final de la Copa del Mundo de Brasil 2014, en Maracaná, se empezó a encontrar mal, raro. Unas ligeras molestias en el gemelo. Nada grave ni incapacitante, pero sí lo suficiente como para tal vez no estar al 100%. Se lo comunicó al seleccionador, Löw, y acabó saliendo en su lugar Kramer (quien antes del descanso ya estaba en la caseta, sonado perdido, tras sufrir un brutal choque con Garay). Siempre he visto elogiable ese pequeño gesto de responsabilidad de Khedira, un jugador mucho más de entrenadores que de aficionados tal vez por cosas como esta.
Aunque no había tanto en juego en el Nuevo Mirandilla, era una oportunidad de oro para Brahim. Rodrygo, tocado, terminó jugando en su lugar, marcando un espectacular doblete. Tal vez Brahim pudo forzar, jugar a medio gas y que el Madrid a lo mejor terminase pinchando. No lo sabremos nunca. Ni siquiera él mismo.
Reconocer lo que no sabes es el amanecer del conocimiento, dice Charlie Munger. Brahim sabía que no sabía cómo estaba. Y se hizo a un lado. Eso podría ser algo: el amanecer de una carrera (y el fin de una colitis).