esbozos y rasguños
Hágame saber cualquier cambio en su estado
Mientras los jugadores del Madrid van cayendo uno a uno como en 'La Ratonera' de Agatha Christie solo queda tomárselo con resignación, esperanza y optimismo
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Iniciar sesiónPocas cosas me dan más miedo en esta vida que un parte médico del Real Madrid. Cada vez que el club emite uno, noto que me empieza a temblar un párpado y que la tensión arterial se me dispara. Los abro con temor, con sudores ... fríos recorriéndome la espalda, esperando siempre lo peor. Creo que no me han dado una noticia alegre en los últimos 15 años. Cualquier día al abrir un comunicado de Sanitas me voy a encontrar con una carta de Hacienda, una multa de tráfico o un suspenso con carácter retroactivo en Derecho Mercantil. Son escuetos como un telegrama y fríos como un cuchillo. Otras veces se opta por el silencio administrativo, como con la lesión de Carlos Alocén, que resulta casi hasta peor, desafiando ese famoso aforismo periodístico: 'no news, good news'.
Los últimos en caer han sido Güler y Bellingham, que no pudieron estar en la goleada ante el Valencia. Ambos casos resultan preocupantes. Lo del hombro del inglés es una lesión traicionera y pesada. Y como soy por naturaleza pesimista y algo aprensivo, siento que puedo ver ya el futuro como Casandra sin poder hacer nada para cambiar los titulares de prensa del mañana: 'El maldito hombro de Jude', 'Nada volvió a ser lo mismo desde el partido del Rayo', 'El club quiere que se opere, pero el jugador prefiere un tratamiento conservador'. Graham Greene decía que de lo que se nutre todo escritor es de su niñez. Yo me hice madridista con el fichaje de Prosinecki. Háganse cargo del trauma que arrastro.
Mientras los jugadores del Madrid van cayendo uno a uno como en 'La Ratonera' de Agatha Christie solo queda tomárselo con resignación, esperanza y optimismo. Como el general alemán de la comedia 'Top Secret!', obra maestra del humor absurdo, cuando recibe una llamada desde el hospital y asiente escuchando el parte médico que le van diciendo al otro lado de la línea sobre la salud de un sargento herido: «Hágame saber cualquier cambio en su estado». Y tras colgar dice: «Ha muerto».
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