El bajón que hiere a Carvajal

El lateral que regenta la banda derecha del Real Madrid desde hace nueve temporadas sustituyó al del Tottenham en el descanso, pero lejos de cortarse la hemorragia, Escocia incluso atacó con más ahínco por la izquierda. Pocos minutos después de su ingreso, el segundo gol de Scott McTominay dejó en evidencia al defensor español. Carvajal entró sin mesura al poseedor del balón, el veloz Kieran Tierney, y cuando solo le quedaba el recurso del derribo, el lateral decidió encoger el cuerpo. El del Arsenal le superó con facilidad, cabalgó la línea de fondo y propició el 2-0, la debacle.

Fue un error magno del madridista, un desatino de lectura y medición que cualquier defensor sufre habitualmente. Sin embargo, lo preocupante es que este no quedó en excepción. Asimismo, pese a que vivió un calvario defensivo ante las cuchilladas escocesas por su lateral, lo más flagrante fue su desacierto en la toma de decisiones con balón. Sistemáticamente, Carvajal erraba en la precisión, elegía mal el receptor, ponía el centro a destiempo... Situaciones del juego que una y otra vez propiciaban la pérdida española y la transición ofensiva local.

Precisamente son sus dudas en fase ofensiva las que lastran el presente de un futbolista capital en el pasado reciente del Real Madrid, un lateral que potenció su seguridad defensiva con una enérgica aportación en ataque donde el desmarque y los servicios precisos al área se convirtieron en constantes. Hoy, en esta irregular temporada, a pesar de sumar cinco asistencias en 33 partidos, poco luce esta faceta. Evidentemente, su bajo rendimiento también repercute en el Madrid: por ejemplo, en la última derrota en el Camp Nou del pasado 19 de marzo, donde los de Ancelotti supieron que la lucha por esta liga era ya una utopia, una pérdida de Carvajal en campo rival propició el contragolpe donde el Barcelona selló su victoria en el tiempo añadido.

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Igualmente, antes del encuentro en Escocia, en esta misma ventana de partidos internacionales, pasó desapercibido ante Noruega en una noche donde el resultado eclipsó las dudas en torno a la calidad del juego español. De manera similar, como continuación a la deriva de su curso, tampoco fue el Mundial del leganense, que presenció desde el verde el empate ante Alemania y la derrota ante Japón. Luis Enrique no quedó satisfecho con su desempeño (ni con el de Azpilicueta) y en octavos, en la eliminación de España contra Marruecos, alineó a Marcos Llorente como lateral derecho.

Con 31 años, una edad con la que aún es posible mirar con optimismo al futuro, y sin el físico eléctrico de las campañas de, por ejemplo, las tres Copas de Europa consecutivas, el madrileño sufre un severo bache. ¿Qué le está ocurriendo?

Ciertamente, existe un componente ineludible: un pasado reciente repleto de lesiones musculares. Hace ya demasiado tiempo desde la última vez que Carvajal firmara una óptima campaña -de buen juego, sin sobresaltos físicos- de principio a fin. Fue en el curso 2019/20, en pleno fútbol pandémico, cuando el Real Madrid levantó su liga número 34 en el Di Stefano. Aunque, sin embargo, la temporada siguiente vivió un calvario cuando fue baja en 36 partidos por lesión (28 de ellos por problemas musculares). Incluso, como ya ocurriera en 2016, se perdió otra Eurocopa por este motivo. Desde aquella decepción, el internacional español cambió sus hábitos alimenticios, contrató a una coach que como explicó a ABC: «Me hace ver otro punto de vista de tus preocupaciones» y consiguió disfrutar del fútbol de nuevo.

Carvajal comenzo la campaña pasada de manera trágica. Los problemas en la pantorrilla, y el coronavirus rompieron su estabilidad en un once donde le relevó con honores Lucas Vázquez. Cuando regresó al verde, a semejanza de su imagen actual, el lateral fue invadido por la duda. Pero entró la primavera y con ella llegó su mejor versión para ser clave en la decimocuarta Champions League blanca.

Hoy, al fin vive un curso exento de demasiados sobresaltos físicos. Pero sin competencia real -ni Lucas ni Odriozola lo son en la actualidad- y con la idea generalizada de que si la hubiera vería restringidos sus minutos, Carvajal se encuentra en la misma crítica situación que el curso anterior a estas alturas de marzo. El espejo en el que debe mirarse es evidente.