historia
1994-2000: Raúl, el 7 eterno
En «Mi vida como un niño», Raúl contó en el Blanco y Negro del 27 de noviembre de 1994 su infancia y su primer partido con el primer equipo del Real Madrid
por Raúl gonzález blanco
Mis padres son de Medina del Campo (Valladolid). Él tenía diecisiete años cuando se vino a trabajar, los mismos que yo. ¿Y mi madre? Digo yo que se conocerían de ahí, y luego se vendrían, pero seguro no lo sé. Somos tres hermanos. Mi hermana ... María Luisa, que se llama igual que mi madre y tiene veintiséis años, trabaja en una óptica, y luego mi hermano Pedro, de veinticuatro años, que se llama igual que mi padre. Y yo nací de casualidad , de rebote.
Los niños suelen pedir coches o juegos, pero a mí solo me ha interesado el fútbol y jamás he pedido otra cosa que balones, botas o zapatillas. En mi familia nadie se ha dedicado al fútbol profesionalmente, aunque a mi padre le gusta mucho. Tengo fotos con cuatro años en el campo del Atlético . Y en el colegio lo mismo, siempre estaba deseando que llegaran los recreos para jugar. Soñaba con ser otro Maradona, que era mi ídolo de niño. Continuamente soñaba con jugar al fútbol y llegar, pero no creía que iba a ocurrir tan pronto. Es lo que he soñado desde pequeño, y encontrártelo así de golpe, de verdad que es tremendo. Ha sido un golpe de suerte, pero lo difícil no es llegar, sino mantenerse.
Ya en 6º de EGB empecé a jugar en un equipo de San Cristóbal de los Ángeles, y a los dos años se interesó por mí el Real Madrid , y yo pensaba... ¡Pues no seré tan malo! Decían que si era muy pequeñito y muy delgado, y es verdad, y que lo que tenía que hacer era coger más cuerpo. Pero yo he comido siempre muy bien, lo que pasa es que mi cuerpo es como es. Entonces el Madrid se olvidó un poco de mí y luego vino el Atlético, adonde fui con trece años. Fue una experiencia buena, y salimos por televisión y todo porque ese año marcamos trescientos ocho goles y solo tuvimos uno en contra. Luego pasé a cadete del Atlético de Madrid y ese fue también un año muy bueno porque al final quedamos Campeones de España. Pero coincidió con el momento en que Gil se quitó de en medio las categorías inferiores. Estuvimos una semana sin entrenarnos y ya el Madrid se puso en contacto conmigo. Tenía catorce años.
En el Atlético nos entrenábamos tres días y aquí, a veces, hasta cinco a la semana. Allí íbamos a un campo diferente cada día, y aquí tenemos una Ciudad Deportiva, es muy distinto. Aquí hay un centro médico y allí no teníamos nada, solo un ATS que en cuanto tenía cuatro o cinco lesionados era difícil que los pudiera atender. Y aquí están más pendientes de ti y te enseñan más cosas. Hay gente como Vicente del Bosque que se pasea y ve a los chicos entrenarse y eso te hace mucha ilusión. En el Atlético solo estaban viéndote el entrenador y tu padre. Y nadie importante del club se acercaba a decirte cosas y a darte consejos. Me dicen que tengo que trabajar mucho, que hay que ir despacio, con humildad, porque en el Madrid está lo mejor de España y en cuanto te descuidas resulta que pierdes tu puesto por otro compañero.
Un día iba a entrenarme con el Segunda y de pronto me dijeron que subiera a entrenarme con el primer equipo. Pero no me di cuenta de lo que pasaba. Eso fue el jueves, y el viernes Jorge Valdano me dijo que iba a ser titular frente al Zaragoza . Me lo dijo aparte... «Te lo digo a ti solo para que no te desmayes delante de los compañeros». Esa noche dormí muy bien, sin nervios, pero después de comer antes del partido ya me empecé a intranquilizar. Ni siesta ni nada. Me pasé todo el tiempo andando por la habitación. Pero en cuanto salí al terreno de juego me tranquilicé, porque estaba rodeado de diez compañeros de una clase inmensa. Siempre había soñado con poder verles de cerca.
Así contaba Raúl en el Blanco y Negro del 27 de noviembre de 1994 su infancia y su primer partido con el primer equipo del Real Madrid
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