Pedro Rodríguez: «Hay muchas leyendas que no han conseguido tantos títulos como yo»

—¿Cómo le va por Italia?

—Muy bien. Ya llevo tres años y ya estoy acostumbrado. El primer año fue difícil.

—Es usted el hombre de los récords.

—S. Es verdad que la Conference League no es una competición tan prestigiosa como la Champions o la Europa League pero he tenido la posibilidad de jugarla en mi carrera y dejar esa marca. Estoy contento. Siempre que puedes conseguir nuevos récords es importante y bonito.

—La UEFA le cataloga de leyenda…

—No sé… Estoy contento con la carrera que he podido hacer, de jugar con grandísimos jugadores, en grandes equipos siempre y conseguir grandes títulos. Hay muchísimos jugadores que son leyenda realmente y no tienen tantos títulos o tantas cosas como las que he podido conseguir yo. Es algo que tendrá que juzgar la gente. Quién me iba a decir cuando empezaba que iba a tener este gran recorrido de tantos años, jugando en diferentes países. No me puedo quejar.

—¿Se siente valorado?

—Yo sí. Creo que siempre he sentido el cariño de la gente que me ha seguido en mi carrera desde que empecé en el Barça hasta el día de hoy. Cuando estás llegando al tramo final de tu carrera es bonito ver ese reconocimiento de todo el mundo en todos los sitios en los que has estado.

—¿No le da la sensación que el mérito se lo han llevado otros jugadores?

—Quizás mediáticamente nunca he sido tan valorado como otros pero siempre he intentado hacer mi trabajo y siempre se ha visto recompensado. He jugado con futbolistas muy emblemáticos, estrellas de primer nivel mundial, leyendas como Messi. Y eso te deja eclipsado por la magnitud que tienen ellos. Pero yo estoy muy contento con lo que he conseguido, pero sí que mediáticamente no he sido tan reconocido como otros jugadores.

—¿Qué recuerdos tiene de su etapa en el Barça?

—Fue una época dorada. La mejor de mi carrera, sin duda. Por todo. Fue mi primera etapa como profesional y uno de los mejores momentos del club, que para mí es el mejor equipo del mundo. Recuerdo muchas cosas, conseguimos muchos títulos y tuve la suerte de aprender mucho de la mano de Pep y de Tito. Recuerdos muy bonitos que no se me van, además de jugar con futbolistas como Ronaldinho, Messi, Henry, Ibra, Xavi, Iniesta, Valdés, Alba, Piqué… Esa época no la voy a olvidar nunca. La época en la que inicias tu carrera siempre es más bonita y especial, pones más de ti y se dio todo rodado.

—Irse del Barça fue un acto de valentía. ¿Hace frío fuera?

—Sí. Pero al final tuve la posibilidad de ir a un gran club como el Chelsea. Estaba perdiendo protagonismo y quería sentirme más valorado y tuve la opción de poder probar fuera. Yo había renovado pero fue más por mí, por un acto de ambición, de querer jugar, de querer sentirme importante, de probar una nueva experiencia fuera. Y no me arrepiento. He podido conocer diferentes culturas, diferentes países, jugar con otros futbolistas, vivir en otros clubes… Todo eso me ha hecho madurar, pero lo que sí es verdad es que el Barça es el mejor club del mundo y cuando te vas no es lo mismo.

—¿Tanto se nota?

—El Barça tiene una estructura muy fuerte, trasciende mucho a nivel mundial y se está bien, cómodo y en el nivel de exigencia más alto, en la élite. Cuando sales, ese nivel de exigencia tan alto baja un poco. Pero estoy muy contento de lo que he conseguido, de jugar la Premier y ganarla. Además, con el Chelsea, que es un club que resalta unos valores importantes. También en la Lazio estoy muy a gusto.

—Mirando hacia el pasado, ¿cree que salió por la puerta de atrás?

—En su día cuando me despedí se hizo lo que se tenía que hacer, una rueda de prensa con todos los compañeros. El Barça lo hizo de la mejor manera que supo. Era lo que en su día se tenía que hacer porque mi carrera continuaba. Igual no es lo mismo que cuando te retiras. Quizás, el día de mañana cuando me retire se podría hacer alguna cosa como hizo Bojan, que me gustó mucho. Es bueno que te recuerden por tu carrera, lo que has conseguido y sobre todo porque es donde has pasado más tiempo y al final sientes que es tu club.

—¿Usted, que era delantero, notó la dictadura de Messi?

—No, al revés. Nunca tuve ningún problema con Leo. Aprendí mucho de él. Sabemos que es una persona que tiene mucho carácter porque es muy ambicioso y siempre quiere ganar y eso le lleva a tener ese tipo de tirantez con algún jugador pero no fue mi caso. Casi todos los goles que marqué en el Barça fueron asistencias suyas y jugar con un futbolista así es un privilegio y algo que podré contar a todo el mundo, no solo a mis hijos.

—¿Le preguntan mucho por él?

—Sí, y no me importa. Me hizo crecer mucho como jugador. Nunca tuve ningún problema y mi relación con él fue muy sana. Hoy en día aún nos escribimos y nos felicitamos por los éxitos que conseguimos. Es un diez como persona y un chico ejemplar, que siempre trabaja y da lo máximo. En la época en la que estuvimos en el Barça hizo jugar a todos los futbolistas que tenía alrededor. Nos mejoró infinitamente a todos los que estábamos a su lado.

—¿Le sorprende lo que le pasó en el PSG y los insultos de su afición?

—Sí. Te impacta ver esas imágenes porque es un jugador referente y único. Le costó el primer año, pero es normal. En este segundo ha demostrado que sigue siendo el mejor del mundo.

—La vida del futbolista está idealizada, pero usted ha tenido que jugar en tres países diferentes. ¿El profesional disfruta del fútbol?

—Yo creo que sí, pero va en cada uno. Hay personas que tienen una capacidad de adaptación, cuando cambian su vida y salen de su zona de confort, más rápida que otras.

—¿Qué es lo más complicado?

—Sobre todo, el idioma. Yo siempre les digo a mis hijos que estudien idiomas porque creo que es lo que les puede ayudar en un futuro. No es lo mismo una persona que sabe manejarse con un inglés fluido, por ejemplo, con el que puedes comunicarte con muchos jugadores en cualquier vestuario, que si no sabes ni una palabra y tienes que estar viéndolas venir. Es complicado, tienes que tener un traductor, no entiendes las órdenes que te da tu entrenador, no entiendes a tus compañeros, vas por el centro de la ciudad y no sabes qué hacer… Al final depende todo del poder de adaptación de cada persona.

—Usted ha coincidido con Guardiola y Mourinho. ¿Son el yin y el yang?

—No sé si son el yin y el yang, pero diferentes sí son, obviamente. Guardiola es el número uno de los entrenadores, es una persona muy perfeccionista, quiere que sus equipos jueguen bien. Mourinho tiene otros métodos, es otro tipo de entrenador que en su carrera ha ganado muchas cosas y ha entrenado a grandes equipos, pero son muy diferentes.

—¿Con cuál se queda?

—Si tengo que elegir a uno ya sabe a quién voy a escoger. Me quedo con Pep, sin ningún tipo de problema lo digo. Es el mejor entrenador que he tenido en mi carrera, sin duda, y con el que más he aprendido a entender el fútbol y el que más me ha hecho crecer como futbolista y como persona.

—¿Le decepcionó Mourinho?

—No, tomó la decisión de apartarme en su momento del club. Lo que sí me decepcionó fue que intenté hablar con él para saber por qué había tomado esta decisión y que me lo dijera a la cara, no somos niños, y no quiso. Me sorprendió porque esperaba tener una conversación con él y desde el club no me dejaban. No podía hablar ni con el presidente. Fue un poco raro lo que viví en la Roma. No guardo rencor, son decisiones que se toman en el fútbol que también tiene esta parte de crudeza.

—¿Cree que le pasó factura por su pasado azulgrana?

—No, creo que no porque fue el que me fichó para el Chelsea cuando salí del Barça. Él me pidió. Es cierto que tuvimos un año malo y a él lo destituyeron en Navidades. Igual en esos seis meses que estuvimos juntos no encajamos bien, pero yo no tuve ningún problema con él. Teníamos buena relación y yo jugaba bastante. Pero en la Roma tomó esta decisión. Lo que me hubiera gustado es que me lo hubiera dicho él o el presidente y no enterarme por un comunicado del director deportivo. Me gusta ir de cara y hablar las cosas.

—Se cerró una puerta y se abrió otra…

—Si. Lo acepté. Ni me puse a llorar, ni me he muerto, ni he entrado en depresión. Al contrario, me ha hecho más fuerte y me ha hecho ver otra cara del fútbol, como estar apartado de un equipo, no poder entrenar con tus compañeros, no verlos, tener que entrar por otro lado del campo para no cruzarte con ellos… Viví unas cosas muy raras que nunca había vivido en mi carrera. Encontré un club, la Lazio, perfecto para mí, que se adapta a todo lo que voy buscando en estos momentos, estoy feliz y ojalá pueda continuar aquí.

—¿En el Barça vio algún informe de Negreira?

—¡Qué va! Yo pongo la mano en el fuego por el club. Yo en el campo no notaba ninguna cosa rara. Es un poco extraño todo esto que está saliendo y veremos en qué acaba. No quiero tampoco anticipar nada pero a mí me parece muy raro que un equipo como el Barça, con los jugadores que tiene en ese momento, llegue a esos límites...

—El Manchester de Pep acabó ganando la Champions y eliminando al Real Madrid en semifinales.

—El favorito era el Real Madrid por su trayectoria y su historia, sobre todo en Champions, con todos los títulos que ha conseguido. Yo siempre he querido que Pep triunfe en la vida porque para mí ha sido una persona a la que siempre voy a dar las gracias e idolatrar como entrenador. El City ha hecho una gran temporada y Pep llevaba muchos años intentando ganar la Champions y el objetivo lo consiguió este año. El favorito era el Madrid y, aunque me da igual quién gane cuando no está el Barça, me gustó que lo hiciera Pep.

—¿Valora un retiro dorado como Arabia, Qatar, Estados Unidos…?

—No. Podría haber salido antes y no pude ir por mi situación familiar. Tengo a mis hijos en Barcelona… Nunca puedes decir que no a nada, pero creo que seguramente jugaré uno o dos años más y luego pensaré qué puedo hacer, ver si me retiro o qué hago.

—Un campeón del mundo como usted ¿qué piensa de la selección española y de Luis de la Fuente?

—La veo muy bien. Viene una época bonita. Están saliendo jugadores jóvenes con proyección como pueden ser Pedri o Gavi, que van a aportar muchas cosas. Pero todo necesita de un recorrido. No es fácil comparar selecciones, pero yo creo que la generación que viene ahora nos podrá dar más alegrías dentro de poco. Tengo confianza en que la selección pueda volver a colocarse en lo más alto de un Mundial y volver a ganarlo, sabiendo la dificultad que tiene.

—¿Se ve volviendo a la selección?

—Sinceramente, lo veo difícil. Ya tengo una edad. Mi momento pasó, aunque me encuentre bien. El único que podía estar de los que ganamos el Mundial era Sergio Ramos y parece que ha tenido algún que otro problema lo cual es una pena porque es un gran jugador y un gran líder.