Fútbol
Messi salva la debacle del PSG
Ligue 1
Cuando los parisinos estaban al borde del abismo ante el Lille en el Parque de los Príncipes, un lanzamiento de falta del argentino en el minuto 95 selló el triunfo local. Previamente, Mbappé había hecho un doblete
Neymar sufrió una torcedura de tobillo y abandonó el encuentro en camilla
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El París Saint-Germain afrontaba el mediodía de este domingo con los malos augurios que brindan tres derrotas consecutivas, un juego irascible y desganado y una desazón generalizada tras años de gastos infinitos, plantillas de All Star y decepciones continentales. La desilusión en el gentío ... del Parque de los Príncipes tras la derrota ante el Bayern en la ida de los octavos de final de la Champions, esa competición que hace ya tiempo se convirtió en utopía y obsesión en la capital francesa, era palpable y, pese a un inicio de partido que parecía calmar las aguas, pronto, el Lille, encontró la forma agrandar la herida en un gigante en caída libre. Hasta que primero Mbappé y en el último suspiro Messi apagaron el incendio.
El sol de invierno, las gradas llenas del estadio y el gol maradoniano de Mbappé en los primeros compases de partido, con un caño que es capaz de definir la belleza sobre Djalo, parecían confirmar la evidente calma parisina en la Ligue 1. Además, poco después Neymar duplicó la ventaja tras empujar al fondo de la red un buen pase de Vitinha. Pero con el cabezazo de Diakate a la salida de un córner para reducir distancias y la posterior lesión de Nuno Mendes a la media hora de juego llegaban los problemas para los de Galtier. Su exequipo, el Lille, con el que fue campeón de liga en 2021, iba a darle dolores de cabeza.
La segunda parte comenzó con la enésima torcedura de tobillo de Neymar. El brasileño recibió el balón de espaldas, la protegió y Benjamin André lo atropelló. Neymar lloraba desolado sobre el césped y aunque los servicios médicos del PSG le pusieron en pie, abandonó el verde encamillado. Con la visita a Múnich en el horizonte (8 de marzo), la preocupación en París es evidente ante la nueva lesión de una estrella que desde que juega para ellos se ha perdido 611 días por lesión.
Minutos después de la desgracia de Neymar, como un nuevo golpe del destino, llegó la remontada del Lille con un penalti que no erró David y un trallazo por el palo corto de Bamba que Donnarumma ni olió. Galtier, con la sombra de la destitución pisando sus talones, danzaba de un lado a otro en un mar de nervios, Kimpembe encadenaba horror tras horror cada vez que tocaba el balón, Mbappé lamentaba cada error de sus compañeros... e incluso Luis Campos, el asesor deportivo del club, bajó incluso al banquillo a dar instrucciones a un equipo roto, herido que atacaba por aglomeración y defendía sin efectivos, totalmente desganado. Esperpéntico.
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Sin embargo, el talento hizo acto de presencia y, cuando el partido ya entraba en su ocaso, Mbappé puso el 3-3 en el marcador al rematar un buen centro raso del español Bernat, un hombre que revitalizó el ataque local. Y ya en el minuto 95, después de un partido donde brilló por su ausencia, Messi provocó una falta en la frontal e hizo lo que lleva haciendo 20 años: ser un genio. Golazo por el palo defendido por Chevalier. El PSG no mejora, pero al menos, respira.
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