Esbozos y Rasguños
Cerrando el maletero
«Tenemos esta noche para disfrutar del tremendo y rotundo éxito durante esta Eurocopa antes de que alguien nos estropee la fiesta. A partir del lunes ya empezarán los ajustes de cuentas, los navajazos y los garrotazos cainitas tan habituales tras este tipo de victorias»
Un humorista americano solía contar siempre que sus vacaciones de verano comenzaban cuando por fin lograba cerrar el maletero de su coche con toda la familia ya dentro y terminaban cuando llegaba al asiento delantero para empezar a conducir. Solo durante ese ínfimo trayecto lograba ... descansar y estar en paz consigo mismo, sin padecer estrés ni gritos infantiles. Con los triunfos de la selección ocurre algo similar: tenemos esta noche para disfrutar del tremendo y rotundo éxito durante esta Eurocopa antes de que alguien nos estropee la fiesta. A partir del lunes ya empezarán los ajustes de cuentas, los navajazos y los garrotazos cainitas tan habituales tras este tipo de victorias. Cuando unos se quieren apropiar de los éxitos ajenos como si fueran propios y cuando otros utilizan cualquier motivo de alegría como arma arrojadiza. La historia de siempre.
Pero todo eso ya será a partir de mañana. Ahora toca celebrar esta Eurocopa en la que España ha rozado el «Perfect», como en el Street Fighter cuando el rival no te lograba tocar ni un pelo. Es el triunfo de una selección que llegó algo fuera del radar, entre dimes y diretes, y que ha logrado jugar de memoria, sin encajar apenas goles, atacando con verticalidad y profundidad, exhibiendo confianza y tranquilidad desde el primer día, superando lesiones importantes sin mostrar debilidad alguna, luciendo en todo momento personalidad, atrevimiento y pocas dudas. Siendo protagonistas los que tenían que ser protagonistas: los jugadores. La figura del seleccionador De la Fuente no ha terminado ahogando por aplastamiento a los suyos por un exceso protector ante enemigos imaginarios, como pudo llegar ocurrir en tantas otras ocasiones.
Inglaterra, por su parte, fue durante todo el torneo un caballo de carreras infrautilizado al que la cabezonería de su jockey no le permitió brillar ni terminar de soltarse del todo. Southgate desplegó un auténtico recital de pobres decisiones: eligiendo el peor camino siempre y encajonando a sus propios jugadores. Un despropósito pese al cual, con más pena que gloria, logró asomar la cabeza en la foto final, por puro talento y físico de sus jugadores, espoleados por ese gol milagrero de Bellingham de chilena a mitad de torneo.
Ahora toca ir cerrando el maletero, con la Eurocopa bien atada la baca del coche, y disfrutar mientras podamos de estas vacaciones, mirando por el retrovisor lo conseguido por todos estos jugadores con orgullo y una sonrisa.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete