La disputa entre España y Marruecos por captar futbolistas para sus selecciones

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de julio de 2023 en España viven 48.345.000 personas, de las cuales 872.000 son marroquíes. Es el colectivo inmigrante más numeroso en nuestro país, seguido por Rumanía. El flujo migratorio ha crecido un 130 por ciento en la última década, principalmente en Cataluña, Andalucía y la región de Murcia. Algunos de los hijos de esos expatriados son hoy deportistas de élite, aunque su visión futurista no es la misma.

En el atletismo, por ejemplo, los emigrantes o los descendientes de marroquíes se quedan en España y hacen carrera con la selección en los distintos campeonatos. Mohamed Katir, Adel Mechaal, Mohamed Attaoni, Ilias Fifa… Estrellas que han tenido éxito con España. No sucede lo mismo con el fútbol.

A los hijos de marroquíes les entra la duda con el fútbol porque la nación africana se ha convertido en una potencia. Semifinalista en el último Mundial de Qatar después de eliminar a España y organizador del Mundial 2030, en Marruecos hay menos competencia que en la selección española y el dinero fluye.

Según datos facilitados por el Ministerio de Finanzas marroquí, el Mundial costará entre 15.000 y 19.000 millones de euros y el estado árabe invertirá unos 5.000 millones, de los cuales 1.300 estarían destinados a siete estadios, incluido el de Casablanca por construir que esperan albergue la final.

El éxito de la selección magrebí en la Copa del Mundo de Qatar, eliminada en semifinales ante la Francia campeona del mundo en Rusia 2018 después de dejar fuera al colectivo entrenado por Luis Enrique, dispara la demanda de puestos para los futbolistas que juegan en España.

El pasado viernes, Santi Denia, seleccionador español sub 21, anunciaba el último trasvase. Ilias Akhomach, criado en la cantera del Barça que juega en el Villarreal, ha elegido Marruecos. El delantero, nacido en Hostalets de Pierola (Barcelona), había representado a España en las categorías sub 16, 18, 19 y 21. Pero jugará con Marruecos en la absoluta. «Me crié en una familia árabe, soy marroquí, me siento marroquí», dijo hace un mes en Relevo.

Hace nueve años, el caso de Munir (igualmente criado en la Masía y hoy jugador de Las Palmas) modificó la normativa de la FIFA. Vicente del Bosque lo convocó con España para evitar una fuga a su país de nacimiento. Debutó el 8 de septiembre de 2014 en una goleada a Macedonia (5-1). Tuvo 13 minutos y ya no podía ser alistado por Marruecos.

Pero Munir perdió pujanza, su fútbol dejó de iluminar y no fue citado nunca más por Del Bosque. Ni España ni Marruecos. El jugador no se resignó y apeló hasta el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), el máximo organismo deportivo de justicia. Con una sentencia a favor, Munir consiguió que la FIFA modificase la norma. Ahora los futbolistas pueden competir por una segunda nación siempre que no hayan jugado un máximo de tres veces para la primera selección antes de cumplir 21 años.

Achraf Hakimi, una de las estrellas del Mundial de Qatar, lateral del PSG, se decantó por Marruecos pese a que nació en el hospital público Gregorio Marañón de Madrid y se crió en Getafe. «Soy marroquí, mi cultura es árabe», dijo entonces.

En la Federación Española intentan evitar más decisiones de este tipo. El pasado 23 de agosto Albert Luque, director de la selección, organizó una comida con el responsable federativo de las categorías inferiores, Francis Hernández, y su adjunto Tito Blanco, con Lamine Yamal, el delantero del Barcelona de solo 16 años que nació en Esplugas de Llobregat y vivió con su familia en uno de los barrios con más índice de paro de España, Rocafonda, en Mataró. El atacante, al que no le dio la mano Lewandowski, ya ha jugado dos partidos con España y, aunque aún no ha traspasado la barrera de los tres encuentros, dice haberse decantado por nuestra selección.

«Nosotros les damos todas las herramientas a los jugadores jóvenes que pueden venir al equipo -explicó el seleccionador sub 21 Santi Denia-. Económicamente por los viajes, humanamente con su tutor académico, el psicólogo, todas las herramientas para jugar partidos de máximo nivel… A partir de ahí, son decisiones personales y de su entorno».

Marruecos dispone de un ojeador en Europa, Rabie Takassa, encargado de explorar y captar todo el talento magrebí para su combinado nacional. «Lamine Yamal es un extremo de los mejores que he visto en mi vida en categorías inferiores. El Barcelona tiene un diamante en su cantera», dijo en la Ser.

De momento Yamal juega con España, pero Marruecos sigue en alerta. El delantero del Real Madrid Brahim Díaz no se ha decantado por ninguna de las dos costas del Estrecho y mantiene la duda cada vez que se le pregunta en esta incesante guerra fría.