real madrid
Kaká se reivindica
Exhibición con tres goles del brasileño en la goleada del trofeo Santiago Bernabéu
TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN
Era el homenaje a un hombre que ganó dos Balones de Oro, en 1957 y 1959. Era el partido ideal para otro Balón de Oro, Kaká , que lo conquistó medio siglo después, en 2007. El brasileño brindó a Di Stéfano el golazo que ... estrenó este trofeo Bernabéu dedicado al futbolista que hizo grande al Real Madrid en el mundo. Ricardo marcó tres y regaló a Morata uno de los dos que anotó el chaval. [Así hemos narrado el partido, minuto a minuto]
Fue una noche predestinada para que el tercer fichaje más caro de la historia blanca , 65 millones, se reivindicara. No ha disputado ningún encuentro oficial esta temporada. Quiso demostrar que se encuentra en condiciones. Mourinho le advirtió que no tendría sitio en este equipo. El centrocampista ofreció su mejor imagen . Está en el mercado. En diciembre decidirá si acepta una de las ofertas que posee.
Hay una razón del buen rendimiento de Kaká. Sin la presión del contrario puede ofrecer esa clase que hace sencillo lo difícil. Su disparo colocado es genial. Sus pases, medidos. El problema que sufre en la Liga es que cuando le marcan no demuestra su calidad. No sabe escapar del acoso del enemigo . Contra el Millonarios jugó a placer. [Las mejores imágenes del trofeo Bernabéu]
Callejón, brillo en silencio
Morata se aprovechó de los centros de Kaká y de Ozil. El alemán también tenía ganas de demostrar que se encuentra en forma. Mourinho les dio una hora de lucimiento a los dos centrocampistas, que se han visto superados en la titularidad por la sabiduría de Modric . El croata les ha ganado la partida. Sus pases decisivos y su creación aportan más recursos al fútbol del Real Madrid.
Callejón también se reivindicó. Lo hizo como siempre. En silencio. Mourinho puede subírsele a la chepa. Nunca se quejará. El canterano remató dos bonitos goles . Es el ejemplo del rendimiento sin alharacas.
Benzema dejó el toque de distinción con la octava diana ante un Millonarios, el antiguo club de Di Stéfano, que dejó una pobre sensación.
La mayor alegría se la llevaron Alex, Nacho, Mosquera, Cheryshev, Fabinho y especialmente el central Derik, debutante, y el lateral izquierdo Mario Hermoso , un niño de quince años, perteneciente al juvenil B, que vivió el día de su vida. Sustituyó a Coentrao y tuvo una buena actuación.
El Madrid ganó el trofeo Bernabéu en la noche de Kaká y de los chavales. Dos generaciones distintas. En homenaje a Di Stéfano, que marcó una época.
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