¿Qué fue de «La gaviota» Catanha?

De orígenes muy humildes, Catanha comenzó su carrera en las categorías inferiores de Fluminense, donde ingresó con 13 años. No tuvo hueco en el primer equipo y tuvo que marchar al São Cristovão, debutando a los 18 años contra el Flamengo. En ese equipo coincidió con un jovencísimo Ronaldo de 15 años. Poco a poco fue destacando y tras pasar por el CSA de Maceió, donde se proclamó máximo goleador con 32 goles en 25 partidos. Llegó el momento de fichar por un grande y se le abrió las puertas de Os Belenenses.

Pero sus 12 goles en 13 partidos le abrieron el camino de Europa. Sin embargo, su primera parada fue mediocre. En la temporada 96/97 ficha por el Salamanca, en la Segunda división, pero solo disputa 13 partidos en los que tan solo logra anotar un gol. La decepcionante temporada le llevó a ser cedido al Leganés. Otro año en la categoría de plata del fútbol español en el que por fin sacó a relucir todas sus virtudes. Jugó 34 partidos en los que anotó 14 goles.

Pero su tiempo en el club pepinero se terminó pronto. Allí formó parte de ese primer gran Málaga de comienzos de los 2000 que dirigió Joaquín Peiró. Allí comenzó a volar la gaviota. 26 goles en 40 partidos para ser el máximo goleador de la categoría y lograr el ascenso a Primera división.

Al año siguiente, ya en la categoría reina logró 24 tantos, los mismos que Hasselbaink ese año y solo por detrás de Salva Ballesta, que fue el pichichi de la 99/00 con 27 tantos. Todavía le quedarían buenos años de fútbol por delante, pero el propio jugador reconoció más tarde que nunca fue tan feliz como en sus dos años en la Costa del Sol.

Sus sobresalientes registros llevaron a que el Celta de Vigo desembolsase 2.300 millones de pesetas por hacerse con sus servicios. En tierras gallegas Catanha experimentó la gloria y el fracaso en primera persona. Fue figura clave de un Celta que asentó en posiciones de Copa de la UEFA y que llegó a clasificarse para la Champions League. Ese fue el último año de Catanha en el equipo, perdió algo de protagonismo y sus registros goleadores bajaron ostensiblemente.

Jugar la máxima competición europea le costó muy caro al Celta, que terminó precipitándose a puestos de descnso en Liga y cayendo a segunda división. Ahí acabó la etapa más dorada del club y el ciclo de Catanha en la élite del fútbol mundial. En el año 2000 pudo ser convocado por la selección española al ser nacionalizado y no haber disputado antes partidos con Brasil. José Antonio Camacho contó con él para los partidos de fase de clasificación del Mundial de Corea y Japón. Disputó tres partidos con «La Roja».

A partir de ahí Catanha inició un caótico peregrinaje por la liga rusa y con retorno a Brasil. En enero de 2006 firmó con el Club Deportivo Linares, equipo de la provincia de Jaén que militaba en Segunda división B. Tras tres temporadas en el club, los problemas económicos de la institución le llevaron a la disolución. Pero Catanha quería seguir sintiéndose jugador. Para poder hacerlo se vio obligado a dar un paso atrás, hasta la Tercera división, categoría en la que se encontraba la Unión Estepona. Sus 18 goles fueron vitales para que el equipo lograse el ascenso de categoría. Tras el ascenso, Catanha disfrutó de su última temporada como futbolista antes de volver a Brasil. En la actualidad es ojeador de jóvenes promesas en Brasil, aunque las inversiones de su época dorada en el fútbol le han permitido tener un hotel y una empresa de reciclaje.