¿Qué fue de Manolo Canabal?
Fabio Capello se enamoró de él y pidió su fichaje para el Real Madrid. Seis meses después de llegar se marchó cedido sin haber disputado ningún partido oficial
víctor ruiz de almirón
En el verano de 1996 el Real Madrid pagó 600 millones de pesetas paara fichar al delantero croata Davor Suker. Tan solo un año después el equipo presidido por Lorenzo Sanz pagó 800 millones de pesetas por hacerse con los servicios de Manolo Canabal ( ... Forcarei, Pontevedra, 1974). Iba a cumplir 23 años y fue una petición expresa de Fabio Capello, que dijo de él que iba a ser una de las figuras de Primera división «jugase donde jugase».
Canabal solo había jugado hasta entonces un minuto en su vida en Primera división. Fue dos años antes, en el único partido que jugó la temporada que el Mérida descendió a Segunda división. Pero ese pasito atrás iba a ser solo para coger impulso. Permaneció una temporada en el equipo extremeño, anotando 10 goles pese a no jugar entonces como delantero y siendo uno de los pilares del equipo para su vuelta a la categoría de oro.
Fue ahí cuando Capello se enamoró de él. Pidió su fichaje, y el Mérida, que previamente lo había renovado, recibió lo que hoy serían cerca de 5 millones de euros. El club brindó a este gallego que apuntaba a estrella. Un delantero de corte alemán, con gran corpulencia merced a su 1,95 y sus 90 kilos de peso, al que Lorenzo Sanz blindó a su nuevo crack con una cláusula de 8.000 millones de pesetas. Un poquito menos de lo que tres años después habría que pagar por Figo.
Pero cuando Canabal llegó a Madrid se encontró que Fabio Capello, su gran valedor, ya no estaba al mando. Debió sentirse como Amadeo de Saboya cuando al llegar a España se encontró con que a Prim lo habían asesinado. Un extranjero en un país extraño. Porque en ese vestuario plagado de estrellas, Canabal era un extranjero. Él mismo reconoció en una entrevista en La Voz de Galicia que en el vestuario se reían por su coche Golf, el mismo que tenía en Mérida.
Pese a todo, la primera toma de contacto fue muy positiva. Un gol suyo a pase de Fernando Hierro dio el triunfo al Real Madrid ante la Portuguesa en el trofeo Santiago Bernabéu. Pero a partir de ahí se acabó todo. Jupp Heynckes se empeñó en pedir paciencia, en alabar sus cualidades, pero también no darle oportunidades.
En el mercado de invierno de aquella temporada se marchó cedido al Valladolid. Jugó 15 partidos y metió un gol. Recuperó la continuidad un año después en el Alavés, donde jugó 30 partidos pero metiendo solo 5 goles. En la 99-00 se marchó al Rayo Vallecano, donde iba a cuajar la que sería su gran temporada, al anotar 11 goles en 33 partidos.
Después de tantas idas y venidas, Canabal iba a encontrar la estabilidad en el Málaga. En la Costa del Sol jugó 95 partidos a lo largo de cuatro temporadas, aunque como titular solo fueron 28 de ellos. Metió 11 goles en esos cuatro años y logró su único título como profesional: la Copa Intertoto de la temporada 2002-2003 con aquel mítico equipo de Dario Silva, Dely Valdes y Kizito Musampa .
Al año siguiente volvió a segunda división, al Pontevedra, para ayudar a su equipo de la infancia a mantener la categoría. Pero no solo no se logró el objetivo sino que a finales de marzo de 2005 Canabal anunció su retirada del fútbol profesional con 30 años aquejado de unos fuertes dolores de esplada, unos problemas que le impedían conciliar el sueño y, como él mismo reconoció no le permitían «aguantar de pie, sentado o tumbado ni cinco minutos».
Su precipitada llegada al Real Madrid, primero, y las lesiones después lastraron una carrera prometedora. Fabio Capello un día creyó en él, y eso es motivo más que de sobra para recordarlo.
¿Qué fue de Manolo Canabal?
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