Barcelona: una doble amenaza

La eliminación europea abrió una herida profunda en el Camp Nou y provocó sensaciones que no se vivían desde hacía tiempo. El banquillo perdió la inmunidad y la crítica en caliente pidió poco menos que una revolución, hasta el punto que el propio Gerard Piqué reclamó «algún tipo de decisión» a los que tienen que tomarlas. La llegada de Martino responde exclusivamente a la recaída de Vilanova, así que la medida más relevante, prácticamente la única hasta el momento, ha sido el fichaje de Neymar.

El brasileño ha aterrizado con honores de estrella después de que el club haya cocinado su incorporación durante casi dos años. Ha costado 57 millones de euros, una cifra que la entidad todavía no ha explicado al detalle. Eso sí, la inversión parece que promete a tenor de las muestras que ha dejado el delantero en sus primeros pasos como azulgrana. Neymar tomará el relevo de David Villa, que se ha ido prácticamente gratis después de una temporada sin recuperar sus mejores sensaciones. Una vez superó su grave lesión en la tibia, el internacional no cumplió como alternativa goleadora a Messi, líder incuestionable del equipo, cuya ausencia en el tramo decisivo de la temporada pasada dejó claro que el Barça necesitaba otra amenaza, otro hombre capaz de resolver.

Ni Villa, ni Alexis, ni Pedro ni Cesc fueron suficientes para sostener los números del equipo cuando Messi no estuvo en el campo. Tello ni siquiera fue una opción en los partidos grandes. Y en esa situación, la directiva se dio toda la prisa del mundo para atar a Neymar antes de la Copa Confederaciones, donde el brasileño tuvo una actuación muy destacada. El nuevo delantero azulgrana, de 21 años, transmite toda la ilusión en su primera experiencia europea con una humildad que poco concuerda con su aura de estrella mediática. Viene a echar un capote, a jugar con su «ídolo» Messi y a «ayudarle a que siga siendo el mejor del mundo». Su predisposición está fuera de toda duda.

Así, y más allá de las novedades de Neymar y Martino, queda un Barcelona similar al de cursos pasados. Thiago se fue a Múnich en busca de protagonismo dada la supremacía de Busquets, Xavi e Iniesta en el centro del campo. Los tres seguirán marcando el tempo, pero Song, Sergi Roberto y el resurgido Dos Santos serán importantes para aportar oxígeno. Cesc, más delantero que centrocampista, ha dudado sobre su continuidad pero se queda para luchar por un puesto. Su tercer año será definitivo, lo mismo que para Alexis, que ha combinado luces y sombras desde su llegada. Peleará con Pedro y Tello por la tercera plaza en el ataque.

El mayor interrogante se lo queda la defensa. A día de hoy, todavía no ha llegado la solución que el equipo precisa para mejorar atrás. Piqué y Mascherano ofrecen garantías discretas, Puyol -lesionado- va camino de los 36 y Bartra no acaba de explotar. Desde atrás lo observará todo Valdés, que preparará su asalto al Mundial de Brasil en su último curso como culé.