Athletic: una Liga sin San Mamés

Mientras, el conjunto vasco comenzará en Valladolid la temporada 2013-14 con un viejo conocido de la casa, Ernesto Valverde. Quien vistiera la camiseta rojiblanca durante seis campañas y se sentara en el banquillo dos cursos, regresa a un Athletic con un todavía marcado acento argentino, tanto en su estilo de juego como en el espectáculo mediático.

Deberá lidiar Valverde por reiniciar su propio camino y apaciguar los ánimos de un fin de temporada algo exaltada que dejó Bielsa. Aunque durante las primeras jornadas lo hará en territorio «enemigo», pues sin terminar el nuevo campo será Anoeta el estadio donde se estrenará su equipo. A sus mandos, un grupo compacto que vuelve su vista hacia la cantera y la idea clara de recuperar los aires europeos que respiró en la campaña 2011-12. Para eso, Valverde tiene entre sus manos dos asignaturas pendientes: suplir la baja de quien fuera también una seña de identidad, Fernando Llorente, que disfruta de su presente en Italia, y poner un nombre en la portería.

La ausencia del goleador es una de las lagunas en las que ya ha trabajado el técnico en la pretemporada, aunque con un relativo éxito. El equipo, muy bien capacitado para llegar arriba con Iturraspe, Ander Herrera o Beñat, adolece de puntería en los últimos metros.

En la retaguardia, más dudas, pero unas razonables y optimistas porque a la experiencia de Iraizoz se le une el desparpajo de Iago Herrerín, y los dos aspiran a salvaguardar la espalda del equipo. A Herrerín se le abrió el cielo con la inoportuna lesión de Iraizoz y no ha desaprovechado su ocasión para hacer valer su buen juego con los pies y su seguridad por alto, no por nada solo encajó cuatro tantos en los casi 600 minutos que disputó en la pretemporada. Pero Iraizoz es todo confianza y quiere continuar llevando a sus espaldas la portería del club más fiel a la Primera división de la Liga, junto a Real Madrid y Barcelona. El Athletic dice adiós a San Mamés, pero ya construye su siguiente Catedral.