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Atlético de Madrid: la fuerza del grupo

El club ha realizado un esfuerzo para que Simeone conserve el bloque con el que triunfó el pasado curso. Proyecto continuista sin Falcao pero al que se une Villa para aportar los goles

jorge abizanda

16/08/2013
Actualizado a las 14:24h.

El Atlético ha cumplido la petición de Simeone y Courtois trabaja a sus órdenes al aceptar el Chelsea una nueva cesión. La extraordinaria campaña del guardameta y de sus compañeros en el último curso despierta el interés de la nobleza europea y varios clubes intentan ... pescar este verano a orillas del Manzanares. Regresan de vacío porque la prioridad del técnico para afrontar una temporada exigente es poder mantener el bloque que conquistó la Copa. Objetivo hasta ahora cumplido pese a los millones puestos sobre la mesa, especialmente por cuatro futbolistas. El Mónaco ha preguntado por Filipe Luis; Adrián interesa en Valencia; el Galatasaray suspira por el regreso de Arda; y Diego Costa fue tentado por el Liverpool antes de su renovación. Desde la zona noble del Calderón se ha preferido satisfacer a su entrenador para dar continuidad a un proyecto que, sin embargo, ha cambiado de goleador.

En el difícil equilibrio que supone para el Atlético poder cuadrar las cuentas y disponer a la vez de una plantilla que ilusione en la temporada del regreso a la Champions, la venta de Radamel Falcao es el peaje obligado a pagar. Para un club que acierta en los últimos años en la elección de goleador, la despedida del colombiano, sin embargo, no ha resultado traumática. Tampoco para la afición porque el recambio es de pata negra. La jugada en los despachos ha resultado maestra en este fichaje y Simeone entrena ahora al máximo goleador de la selección española. Después de un año gris en Barcelona, David Villa vuelve a sentirse protagonista en un equipo que arranca con aspiraciones en todos los frentes. El asturiano se ha adaptado rápido y tiene hambre de triunfar en el Atlético, escaparate ideal en una temporada que se cierra con el Mundial de Brasil. En el único partido que ha disputado en pretemporada dejó su sello con un golazo.

Acostumbrado al juego de toque, la vida le ha cambiado tanto al delantero como el método de trabajo al que le somete Simeone, firme defensor de la intensidad como seña de identidad para su equipo. «Dependemos de la intensidad, debemos ser un equipo intenso porque si no logramos jugar así sólo somos un conjunto normal», se ha hartado de explicar durante la gira de pretemporada realizada por Suramérica. Misma fórmula con la que su equipo triunfó el último curso.

Disputar al Barcelona la Supercopa y el retorno a la máxima competición europea es el premio al esfuerzo realizado la pasada campaña por una plantilla que ha subido un escalón de calidad con Demichelis y Leo Baptistao. La experiencia y seguridad defensiva del argentino, junto a la velocidad y polivalencia que ofrece el brasileño en ataque, aumentan la competencia de un vestuario que tiene abierta la puerta de entrada. El último en llegar ha sido Dani Aranzubia, refuerzo para la portería. El club ha evitado el desmantelamiento del equipo pero Simeone sigue sin ver cumplida su petición de fichar un mediocentro que acompañe a Gabi, Mario y Tiago. Su sueño dorado es Diego, pero la economía, al igual que el casi todo el fútbol español,manda en el Atlético.