Fórmula 1

María Rubia: «Los coches no son cosa de chicos»

La española trabaja como ingeniera de diseño de piezas en la escudería Alpine y se adentró en la Fórmula 1 por la fascinación de los éxitos de Alonso

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María Rubia, en la fábrica de Alpine Alpine F1

Uno de los efectos de la primera colonización de Fernando Alonso en la Fórmula 1 en España fue el 'baby boom' de ingenieros que veían sus carreras en aquel Renault azul campeón del mundo. Jóvenes y adolescentes que fueron seducidos por este deporte y ... que buscaron su futuro profesional en algún anclaje relacionado con el automovilismo de competición. María Rubia (Bilbao, 27 años) es una de ellas. Fascinada por las hazañas de Alonso, imaginó un porvenir en la Fórmula 1, aunque no tenía clara la ocupación. Estudió Ingeniería Mecánica, se graduó en Inglaterra y encontró un hueco en Alpine. Hoy, como ingeniera de diseño de la escudería de Enstone, reivindica el papel de la mujer en la F1. Desde Inglaterra habló con ABC.

-¿Cómo es que trabaja en un equipo de F1?

-No vengo de una familia que se dedique al automovilismo. Imagino que como muchos niños y niñas empecé a ver la F1 cuando Fernando Alonso ganaba carreras hace veinte años. Tendría 6 o 7 años y lo veía todos los fines de semana. Un día en el colegio, en una clase de Lengua Castellana, teníamos que dar una charla sobre algún tema. Casualidad, el librillo que quedaba era sobre automovilismo. Hablé sobre ello. Ese fin de semana había carrera, ganó Alonso y me dije yo quiero trabajar en eso.

-¿Qué le seducía de la Fórmula 1?

-El diseño de los coches. Siempre me gustó el dibujo técnico, iba a clases de dibujo y pintura. Me fijaba en las formas de los coches, sus branquias… Me gustaba que, con la misma normativa, todos los coches eran distintos en el diseño. Hice un grado de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Mondragón y después vine a la Universidad de Oxford Brookes a hacer un curso más específico.

-¿Cómo fue el salto de la universidad a Alpine?

-Participé en un programa que se llamaba Fórmula Student y después de varios procesos en los que había posibilidad de optar a equipos de Fórmula 1, me llamaron de Alpine. Tuve que pasar filtros y entrevistas y finalmente me dijeron que me habían elegido. Al principio fue en una fase de becario, luego una de júnior, y al final, como indefinido.

-¿En qué consiste exactamente su trabajo en Alpine?

-Trabajo como ingeniera de diseño en composites. Diseño todas las piezas que van en el coche, de la más pequeña a la más grande, los ensamblajes también. Diseño los moldes, los núcleos de los asertos internos. También envío informes a la FIA sobre las especificaciones técnicas para demostrar que cumplimos la normativa.

-¿De qué parte del monoplaza se encarga?

-Antes trabajaba en el fondo plano y ahora preparo diseños para la carcasa de fibra de carbono que está por debajo de la tapa del motor. Es la parte interna del chasis donde se sujeta la suspensión trasera.

-¿Cuántas mujeres trabajan en la escudería de Enstone?

-En una charla que tuvimos recientemente nos comentaron que somos el 12 o el 13 por ciento de la plantilla. La proporción varía según el departamento. En recursos humanos, serán más de la mitad. En mi sección de diseño de piezas, somos cuatro chicas en un grupo de treinta.

-¿Ha cambiado la F1 respecto a las diferencias de género o es inmovilista?

-Yo creo que va cambiando a mejor, el porcentaje de mujeres va aumentando, pero aún hay muchas cosas que mejorar. Dar más oportunidades para trabajar en los circuitos, por ejemplo. No es solo cuestión de ir a las universidades y seleccionar mujeres. Es la sociedad la que tiene que cambiar. Empezar desde abajo, en las escuelas, con las niñas pequeñas. Explicarles que los coches ya no son de los chicos y las muñecas no son de las chicas, que pueden elegir lo que quieran ser, ingenieras, enfermeras, cocineras, lo que deseen.

-Es la progresión social aplicada a la F1.

-Sí. Muchas veces sucede que en Fórmula 1 no sabes a qué te puedes dedicar. Yo tenía claro que quería trabajar en este mundo, pero al principio no sabía relacionarlo con la Ingeniería. Cuando veía las carreras, solo veía a mujeres reporteras en el paddock. Deberían darnos más visibilidad, como puede ser esta entrevista o tener un plan a largo plazo de cinco o seis años. También destacar el papel de mujeres como Hannah (Schmitz, jefa de estrategia de Red Bull), Claire Williams en el pasado y Susie Wolff. El porcentaje de mujeres en el automovilismo es muy bajo, muchas veces porque no se sabe qué tipo de trabajos pueden desempeñar.

-Su equipo ha presentado un programa de desarrollo de la mujer en la F1, Racher.

-Creo que será útil. Presentarlo en el lanzamiento del coche es beneficioso porque lo ha visto todo el mundo. No creo que sea marketing. Es enseñar al mundo los pasos que se intentan dar, desde jueces a ingenieras y pilotos.

-¿Algún día veremos a una piloto en la Fórmula 1?

-Espero que sí. Hay que dar las mismas herramientas que a los chicos, realizar un plan de trabajo, paso a paso, Academy, F3, F2.

-¿Cómo fue el encuentro con Alonso, su ídolo, cuando lo conoció en Alpine?

-Alguna lagrimilla eché. Era como cerrar un círculo porque yo quise trabajar en la F1 por él, es mi ídolo. Estaba con un compañero español, de Galicia, e íbamos a tomar un café a la cantina y vimos un montón de cámaras. Estaban preparando su asiento. Nos dijo un compañero si queríamos pasar a conocerlo. Fue muy muy amable, muy cercano. A veces te da miedo conocer a tus ídolos por si no son como te esperas, pero en el caso de él, fue muy amable. Preguntó por nuestras familias, muy agradable. Le dijimos que en Alpine éramos muchos españoles que trabajamos en Fórmula 1 por él…

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